Puebla no tendría la capacidad económica para recibir a deportados y darles el mismo nivel de vida, sobre todo los que llevan muchos años en Estados Unidos (EEUU), además de que la entidad es una de las rutas del paso de migrantes, lo que agravaría la crisis.

Así lo comentó Derzu Daniel Ramírez Ortiz, director de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

Indicó en entrevista que aunque aún no hay riesgo de deportaciones masivas de migrantes de Estados Unidos a México, si hay un plan para hacerlo, lo que generaría un problema económico y social para ambos países.

Ramírez Ortiz resaltó que una persona deportada que llegue del vecino país a Puebla, sobre todo las arraigadas por muchos años, no podrían encontrar un empleo que remunere de la misma manera el nivel de vida que tenían en Estados Unidos.

En tanto, indicó que en este momento EEUU no tiene la infraestructura para hacer deportaciones masivas, pero podría mejorarla con el paso del tiempo.

Hasta ahora, en promedio cada año el gobierno estadounidense deporta al año casi 400 mil mexicanos, cifras similares desde el gobierno de Barack Obama; primer periodo de Donald Trump y Joe Biden.

Por lo tanto, aseguró el especialista que la política antiinmigrante no es nueva, pero se hace más impactante y más injusta con la llegada de Trump a la Casa Blanca, porque se buscaría ahora a las personas que llevan muchos años en el vecino país y están más arraigados.

Indicó que es contradictoria, porque va en contra de necesidades que tiene la sociedad: “Los migrantes están ahí porque hay una demanda de trabajadores importantes, agrícolas, de construcción y de servicios”, explicó.

“La sociedad estadounidense requiere a los migrantes, porque se han convertido en figuras centrales, vecinos, lideres comunitarios, empleados, empleadores”, añadió.

Recordó que el estado de Puebla históricamente ha representado ser uno de expulsión de mano de obra y en las últimas cifras estaba entre el cuarto o quinto estado con más migrantes; además de ser de los grandes receptores de remesas, en noveno a nivel nacional en México.

El académico auguró que habría problemas en el estado por ser uno de los caminos de las rutas que forman parte del flujo migrante, aunque no es el único en el país.

Sin capacidad institucional

-¿Si existe peligro real de deportaciones masivas?

-Ahora no hay un peligro real de deportaciones masivas, por la razón de que en EEUU no tiene la capacidad institucional de hacerlo. No hay número de agentes, burócratas, centros de detención. Tiene cupo limitado.

“Es más una amenaza para responder cuestiones electorales. Lo que si podemos ver son deportaciones de personas arraigadas en la sociedad estadounidense”, dijo al señalar que así sería un fuerte mensaje de que se está haciendo lo prometido.

Sin embargo, reconoció que existe el plan de robustecer el sistema para la deportación, ya que en estados como Texas, están planeando que empresas privadas empiecen a construir espacios, tipo cárceles, para la detención de migrantes.

“La declaratoria de emergencia nacional permite al gobierno utilizar guardia nacional para cuestiones de migrantes. A largo plazo, sí parece que hay ese plan de robustecer la infraestructura”, sostuvo.

Recordó que en el primer mandato de Donald Trump, productores de vino en California empezaron a protestar porque había escasez de mano de obra.

“La cuestión de separación de familias, es sumamente trágico. Padres mexicanos que entraron ilegalmente que tuvieron hijos, americanos, miedo de que a los padres los agarre la migra y deportarlos”, dijo.

El especialista de la UPAEP reconoció que los medios de defensa que tiene México son casi nulos, solo por la protección consular, pero aunque el gobierno mexicano anunció asesorías jurídicas, realmente poco se puede hacer una vez que son aprehendidos.

-¿Sí empiezan a llegar a Puebla deportados, se les podrían recibir?

-Habría que revisar las cifras de desempleo que existen en el estado, pero sin lugar a dudas el diferencial de salario y nivel de vida que existe allá es lo que a los deportados les jugaría en contra, no sería tan fácil una actividad económica que reditúe.

“Ojalá veamos pocos casos de esos, de gente que tengan muchos años allá y vengan”, finalizó Derzu Daniel Ramírez.