En su primera homilía como papa, León XIV expresó: "Me habéis llamado para llevar una cruz", destacando la responsabilidad que implica su nuevo cargo y solicitando el acompañamiento de los cardenales en su misión.
Durante la misa, celebrada en la Capilla Sixtina y no abierta al público, el Pontífice enfatizó la necesidad de que la Iglesia se identifique por la santidad de sus miembros más que por sus estructuras físicas.
León XIV, nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano, es el primer Papa estadounidense y el segundo de las Américas. En su homilía, citó a su predecesor, el papa Francisco, recordando que "estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús salvador".
El nuevo Pontífice también denunció el declive de la fe en favor del "dinero", el "poder o el placer", y criticó la visión de Jesús como un mero "líder carismático o superhombre", calificándola de "ateísmo de hecho".
La misa se celebró en latín, con lecturas en inglés y español, y contó con la participación de dos religiosas, únicas mujeres presentes, quienes realizaron las lecturas.
La misa solemne de inicio de pontificado está programada para el 18 de mayo en la Basílica de San Pedro. Posteriormente, el papa tomará posesión de la Basílica de San Pablo Extramuros el 20 de mayo, dirigirá su primera Audiencia General el 21 de mayo y se reunirá con la Curia Romana y empleados del Vaticano el 24 de mayo.
León XIV enfrenta desafíos significativos, incluyendo la gestión de la crisis financiera del Vaticano, la respuesta a los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia y la inclusión de mujeres y personas LGTBI en la vida eclesial.