Cantante, actriz, conductora, empresaria, esto y más es Lucero, “La novia de América”, que en este año está cumpliendo 40 años de trayectoria artística.

En entrevista para Intolerancia Diario, Lucero habló de sus planes, de sus anécdotas así como de sus inicios y más.

Cine, teatro, televisión y conducción forman parte de la carrera artística de Lucero. ¿Qué te gusta más hacer y si te gustaría explorar algo diferente?

Siempre ha sido un gran dilema, he podido hacer en estos 40 años las tres cosas, todo me apasiona. Me siento muy honrada de hacer lo que hago y del cariño del público, ya que cantar y actuar principalmente, son parte de mí, he vivido con esto y he podido hacerlo cada vez mejor, eso creo yo. Me gusta mucho cantar porque al interpretar soy Lucero, mientras que cuando actúo soy un personaje, ya sea villana o una mujer que hace algo muy distinto a lo que yo. Esa es la magia de la televisión, uno actúa y se disfraza para trasmitir sentimientos. En cuanto a explorar algo diferente, la verdad a estas alturas no me veo haciendo otras cosas diferentes como ballet. Ya no me gustaría incursionar en otra cosa, pero uno nunca sabe, puede llegar un proyecto nuevo y hay que hacerlo. Yo sigo leyendo, escuchando muchas propuestas, viendo qué me atrapa, enamora o gusta para llevarlo a cabo.

Como muchos niños artistas, Lucero de alguna manera sacrificó su infancia y adolescencia. ¿Te arrepientes de empezar desde los 10 años en esta profesión o lo volverías hacer?

Empecé muy niñita, pero como era mi sueño dorado, realmente ahora veo que fue una gran oportunidad y en ese momento era mi tesoro poder hacer lo que quería. Ahora bien, sí se sacrifican algunas cosas con tus amigos como estar en una fiesta, una primera comunión, los evento escolares, pero como yo estaba trabajando y disfrutaba las giras, conciertos, actuación, no sentí la necesidad de asistir a esos eventos, de hecho nunca me causo problemas existenciales. Ahora bien, si tenía a mis amigas y momentos de joven, pero la pasaba mejor trabajando, como nadie me obligaba y explotaba, lo disfruté mucho, aunque reconozco que son muchos esfuerzos y no es fácil tener tanta responsabilidad como niño, aprender muchas más cosas tanto en la carrera artística como en la escuela, sí era un poco difícil pero nunca me lo pareció, siempre me divertí cantidad.

Fue difícil acoplarte desde pequeña al enorme éxito que te llegaba en donde recibías propuestas de trabajo importantes y premios, pero también te convertías en una imagen a seguir para muchos.

Sí, era una gran responsabilidad, ya que me di cuenta que mi carrera iba creciendo. Recibir premios trofeos, ser nominada por diferentes asociaciones, tanto en música como actuación, hacer tantas cosas al mismo tiempo y a la vez manejar una imagen y estilo crea una responsabilidad que también disfruté mucho, más porque había muchos niños y jóvenes que seguían mi carrera, pero también veían a Lucero como un ejemplo a seguir, entre comillas. Siempre fui muy consciente que no podía hacer cosas que fueran un mal ejemplo para nadie y no me costó trabajo, ya que lo bueno es que no era una niña fiestera ni rebelde, no hacía cosa que me trajeran después complicaciones; sé que todo suena muy fácil y lindo como un cuento de hadas cuando lo digo, pero es la verdad, todo fluía muy bien; además, las decisiones que tomó mi madre con ese instinto maternal y como manager, me llevaron a lugares que no sospechaba y que valoré mucho cómo iban sucediendo.

En materia de actuación, si bien es cierto que siempre eres protagonista, tus personajes a interpretar no han sido los clásicos de la niña buena que estamos acostumbrados a ver, o de la mujer que siempre llora y sufre. Sí recordamos a Chispita, tu personaje en Los parientes pobres, las trillizas en Lazos de amor, una mujer fuera de su contexto en Alborada o la villana en Mañana es para siempre, y qué decir el cine en Coqueta, Zapata o en teatro con Regina. Lucero, ¿te consideras afortunada de haber tenido estos personajes en tu carrera?

Claro que sí, aunque después de Chispita me dieron muchos personajes para interpretar, pero no eran protagónicos, y mi mamá muy inteligentemente y siempre con respeto les dijo a los productores que si ya había tenido un protagónico, era mejor esperar a que llegara esa historia para mí, siempre estando de acuerdo las dos; y como en el terreno de la música empezaba a crecer, llegaron las películas juveniles con Pedro Fernández, Luis Miguel e incluso con Mijare,s lo que me hizo ser protagónica juvenil haciendo que no quedara vacío ese espacio. Ya en 1990, llegó Cuando llega el amor con Carla Estrada, convirtiéndome en la protagónica juvenil de las telenovelas románticas. Ahora bien, hubo en mi carrera muchas propuestas, pero les dije que no porque siempre cuidé hacer lo que me gustaba y que no me avergonzará.

Eres muy versátil  y la música no se queda atrás, pop, balada, rancheras, banda, ¿Qué te falta hacer en la música?

Siempre hay sueños e ilusiones, me siento muy contenta de cantar diferentes géneros y haber podido entrar así en el gusto del público, no sé qué me falte hacer; lo que si me gustaría hacer este año es grabar un nuevo disco de pop y música romántica; es la idea que tengo. Posiblemente lleguen nuevos duetos con artistas que quiero mucho y admiro. Tratar de sorprender al público con alguna propuesta y no quedarme en mi zona de confort.

Lucero ha trabajado con importantes personalidades en la música y actuación, ¿con quién te gustaría trabajar en un futuro?

Siempre está la ilusión y sueño de trabajar con personajes enormes y gente que brilla y te contagia con su luz y talento, y a su vez te da lecciones. Tal vez no me viene en este momento un nombre de con quién me gustaría trabajar, pero sé que vendrán sorpresas y eso me encanta. A lo largo de mi carrera he trabajado con tantas celebridades como Silvia Pinal, Marga López, Joaquín Cordero, Julio Alemán, Silvia Derbez, en la música con Rubén Fuentes, quien fue mi maestro en el género regional, él trabajó en su momento con Pedro Infante, José Alfredo Jiménez; otro gran productor, Rafael Pérez Botija en el pop y la balada, con Joan Sebastian, incluso, hicimos un disco de duetos; Arau en el cine. Recuerdo en el 2002, un concierto que hice con Plácido Domingo en donde fue todo un show completo, aprendí mucho de él, que es un tipazo, respetuoso, de gran calidad humana. Son tantos que solo estoy agradecida.

¿Cómo seleccionas un proyecto y si te arrepientes de no haber hecho alguno?

Elegir un proyecto es renunciar a algo y hubo muchos proyectos que dije no, pero no me arrepiento, porque con el paso del tiempo los vi concretados en cine o televisión y con otros artistas, y me di cuenta que estuvo bien no hacerlos. Cuando elijo algo en actuación, me debe atrapar la historia y el personaje, que me vea haciéndolo; lo mismo con los discos cuando hay nuevos productores, géneros musicales. Me guío con el corazón, la intuición y la mente. Espero no haberme equivocado en algo; lo que sí sé es que no me arrepiento de no haber hecho algo, ya que todo lo que sucede es perfecto.

¿Alguna vez Lucero tuvo miedo antes de salir a escena?

Nunca tuve miedo realmente; sí, nervios, las mariposas en el estómago que hacen te tiemble la voz; y las sigo teniendo. Siempre que voy a salir al escenario, no importa si es chico o grande, si cantas en un cumpleaños o para 10 mil o 20 mil personas, creo que sabía que esos nervios era adrenalina, y por suerte nunca me topé con el pánico escénico.

Eres una artista reconocida y querida no solo en tu país sino fuera de este. ¿Nunca pensaste en el sueño americano, verte en Hollywood?

A partir de Chispita, se me abrieron puertas en muchos países de Centro y Sudamérica, en Estados Unidos y España. En ese entonces, era otra época y la comunicación era un poco más difícil. Lo cierto es que, con mis proyectos en actuación y en la música, conquisté muchos corazones y se quedaron ahí conmigo. Por ejemplo, cuando regresé a Brasil, después de muchos años, y lo digo porque fui a este país cuando estaba muy chica, pero al regresar me lleve una sorpresa maravillosa con el cariño de la gente. En cuanto a Hollywood, una vez me ofrecieron hacer una serie como protagónica y fue un proyecto muy interesante, pero la verdad no era para mí, ya que me ofrecían irme a vivir a Nueva York, debido a que mi contrato sería por 7 años y yo estaba recién casada con Manuel; además, el convenio decía que no me debía embarazar, pero a mí no me gustó la idea de irme de mi país, tampoco era justo que Manuel renunciara a su carrera, por lo que si bien es cierto que el tema de Hollywood es interesante, siempre tuve otras prioridades, y ahora están mis hijos. Así que no pasa nada, si llega algo para Hollywood, llegará. Yo me siento muy feliz con el gran número de público que tengo de habla hispana y me siento muy feliz de ser querida y tenerlos a todos.

Al inicio de tu carrera, ¿a quién admiraba Lucero; y ahora 40 años después, a quién admiras?

Cuando empecé, admiraba a muchos artistas, principalmente los que les cantaban a niños, como Parchis y Enrique y Ana. Ya más joven, como a los 13 años, me gustaban Los Bukis. Ahora me gusta Marco Antonio Solís, a quien admiro mucho; también es uno de mis favoritos y lo será siempre, Michael Jackson. No puede faltar en la lista los programas de 'Vero' Castro, imperdibles; admiro también a Talina Fernández, Vicente Fernández, con quien tuve unas giras en mis inicios; Juan Luis Guerra, Juan Gabriel, Joan Sebastian; pero dos que son mis súper ídolos son Pedro Infante y María Félix.

En estos 40 años de trayectoria, te ha tocado vivir algunos desacuerdos con la prensa y el público. ¿Cómo superaste esto?

Siempre pienso que no todo en la vida puede ser perfecto, se debe tener un balance entre lo bueno y no tan bueno; sería ilógico que todo fuera inmaculado. De hecho, si volviera a vivir, haría las cosas iguales, incluso los errores, porque es lo que me hizo crecer y madurar. No creo que en una carrera tan larga como esta de 40 años todo sea perfecto. Sí he tenido desencuentros con algunos medios o personas que no estuvimos de acuerdo con algo que hice, o situaciones hay que hablar, pero no te puedes rendir por una piedrita en el camino, cuando este también tiene flores, árboles, praderas, o tirar la toalla y hacer berrinche. Hay cosas más fuertes, como el público que tengo, y yo soy una persona positiva.

¿Qué te gusta de público, además del reconocimiento?; ¿recuerdas alguna anécdota que te marca de tus seguidores?

Tengo un público muy bonito, son mis Lucerinos y Lucerinas, así nos decimos, y también amo a los que no son fans de hueso colorado, pero que les gusta algunas cosas que hago. Yo agradezco que compren mis discos, boletos para un show, vean mis novelas o programas. Ahora, con las redes sociales, estamos más en contacto y siempre la gente tiene tantas muestras bellas de cariño. En cuanto a las anécdotas, recuerdo cantidad de regalos y no hablo de lo económico. En estos 40 años de celebración, se unieron fans de México y Brasil para poner algunos espectaculares; esto fue hermoso, como bello es cuando me han apoyado, incluso en momentos difíciles. El cariño es mucho y lo agradezco.

¿Tendremos a Lucero, la artista, por muchos años más en los escenarios o tienes en mente retirarte a una determinada edad?

Yo creo que tenemos 'Lucero' por mucho tiempo. No sé qué me deparé el destino, me gusta más vivir el presente, pero espero estar muchos años más en los escenarios, haciendo cosas dignamente, divertidas y conquistar al público con proyectos. Ahora, este 6 de junio que estaré en el Auditorio Nacional, ya preparamos algo especial para sorprender a la gente, la idea es darles lo mejor.

Tienes muchas anécdotas e historias que recordar en tu carrera. ¿Alguna  te marcó más formando parte de tu vida?

Para contar estas anécdotas, estoy preparando una serie de videos y podcast en mi canal de Youtube; esos momentos de mi carrera especiales, como cuando le canté al Papa Juan Pablo II en el estadio Maracaná de Brasil. Tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras, me besó en la frente y me regaló un rosario, yo estaba recién casada y esto fue maravilloso, y esa oportunidad se dio por ser artista. Otro momento que contaría es cuando Manuel y yo nos separamos, esto no fue nada fácil, como la gente vio nuestra boda en la televisión y al ser públicos siguieron tantos momentos, teníamos que comunicarles también lo del divorcio, la separación, nosotros nos casamos para toda la vida, no como también dicen que firmamos un contrato, otra mentira urbana. De esto Manuel y yo sacamos con el tiempo muchas cosas lindas. Ahora somos los mejores amigos y socios, tenemos dos hijos maravillosos, compartimos muchas cosas como colegas. Hay mucho que contar y lo haremos de esta manera, para seguir compartiendo todo con el público. 

Cuando empezabas tu carrera, te imaginaste llegar tan lejos, ser reconocida, querida; ser más que “La novia de América”

Yo soñaba muchas cosas cuando empecé, visualicé prosperidad, dejé que todo fluyera y que Dios nos iluminara para saber elegir los proyectos. Ahora, con 40 años de carrera, siguen habiendo muchas cosas que no imaginé y que superaron todas mis expectativas y sueños, como conquistar a las personas con mi música y actuación, pero también con proyectos como el Teletón, en donde nunca gané un solo centavo, a pesar de las mentiras y leyendas urbanas que se dicen. Ha sido maravilloso ser “La novia de América”. Tengo dos hijos maravillosos, una carrera y un público que me quiere y quiero. Soy muy feliz.