La crisis que viven los mercados europeos y lo que está pasando en Grecia demuestra la incapacidad de los gobiernos, en especial del alemán, para arbitrar una salida a la problemática, advirtió hoy el diario español El País.
El rotativo indicó este martes que si se tomara al pie de la letra el veredicto de los mercados financieros, la eurozona estaría al borde de la primera suspensión de pagos de uno de sus Estados miembros.
“Grecia puede ser el primer fracaso tras la sucesión de torpezas políticas que se han cometido en la gestión de la crisis de la deuda pública que se inició hace poco más de un año”, dijo.
Recordó que entonces emergieron una serie de anomalías contables y el país mediterráneo empezó a tener dificultades para controlar el déficit público y atender sus deudas.
Es cuestionable el comportamiento de los gobiernos griegos desde el acceso de ese país a la Unión Monetaria, además de que ha habido “algunos pecados originales” en la concepción del área monetaria, pero priva la incapacidad de los gobiernos para superar la crisis.
Al referirse, en un editorial al gobierno de la canciller Angela Merkel, expuso que aunque con desigual grado de determinación y credibilidad, los ajustes y dictados de Berlín son asumidos por los gobiernos de las economías más afectadas por la crisis de la deuda soberana.
No obstante, anotó, las instituciones alemanas no acaban de adoptar una posición clara sobre sus exigencias para apoyar mecanismos de mutualización de la deuda pública en el conjunto de la zona monetaria y “no hay otra solución posible”.
Aseveró que las compras de bonos por parte del Banco Central Europeo (BCE) son de todo punto necesarias, son circunstanciales.
Consideró que es necesario que los inversores en bonos públicos asuman el equivalente a un único Tesoro europeo o, al reclamado por Jean Claude Trichet.
“Es hoy difícil de cuestionar que la unificación monetaria tiene su complemento en una integración fiscal, con las exigencias de disciplina que sean necesarias”, señaló.
Afirmó que las tensiones en los mercados de estos días, que este lunes se tradujeron en una nueva jornada negra para las Bolsas, no solo reflejan esa indecisión alemana, sino también la creciente evidencia de un menor crecimiento económico y la correspondiente erosión en los beneficios empresariales.