El Banco Mundial (BM) dijo hoy que mejorar las políticas de género puede impactar en forma favorable la productividad en las naciones, en particular aquellas en desarrollo.
De acuerdo con el reporte titulado “Informe sobre el Desarrollo 2012” presentado aquí por el Banco, la persistencia de la inequidad de género puede resultar en una baja en la productividad hasta en un 20 por ciento.
“El mensaje principal del reporte es que la igualdad de género importa, tanto por derecho propio como económico”, dijo Justin Yifu Lin, vicepresidente y economista en Jefe del Banco Mundial.
De acuerdo con el informe, los países que generan mejores oportunidades y condiciones para las mujeres y las niñas pueden incrementar la productividad y mejorar los resultados para los niños.
Ello resulta de particular importancia frente al hecho de que, según el documento, la peor disparidad corresponde a la proporción de muertes de niñas y mujeres respecto de los hombres en los países en desarrollo.
En total, la excesiva mortalidad femenina después del nacimiento y las niñas malogradas al nacer suman aproximadamente 3.9 millones de mujeres cada año en países de ingreso bajo y mediano, señaló.
Aproximadamente dos quintas partes no llegan a nacer porque los padres prefieren tener hijos varones; una sexta parte muere en la primera infancia y más de un tercio muere durante la edad reproductiva.
El número de pérdidas está aumentando en África al sur del Sahara, especialmente en países seriamente afectados por el VIH/Sida.
Aunque el informe da cuenta de lo que califica como “grandes avances” hacia la reducción de las disparidades de género, también señala que aún quedan desigualdades en muchas esferas.
Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial dijo que frente a este aspecto del impacto de la desigualdad de género “es necesario lograr la igualdad”.
Recordó que en los últimos cinco años el Banco ha proporcionado 65 mil millones de dólares para respaldar la educación de las niñas, el cuidado de la salud femenina y el acceso de las mujeres al crédito, las tierras, los servicios agrícolas, el empleo y la infraestructura.
“Ha sido una importante labor, pero no ha sido suficiente en cantidad o pertinencia para nuestros objetivos”, indicó.
Zoellick dijo que en el futuro, el Banco dará mayor preeminencia a su labor sobre género y buscará nuevas formas de avanzar con el programa para captar todo el potencial de la mitad de la población mundial.
El informe propone acciones mediante las cuales los países podrían beneficiarse si abordaran las desigualdades entre hombres y mujeres.
Sugiere que garantizar el mismo acceso y un tratamiento equitativo para las mujeres agricultoras incrementaría los rendimientos del cultivo de maíz entre 11 y 16 por ciento en Malawi y un 17 por ciento en Ghana.
Mejorar el acceso de las mujeres de Burkina Faso a los insumos agrícolas aumentaría la producción total de la agricultura familiar aproximadamente 6.0 por ciento sin necesidad de recursos adicionales.
En general, igualar el acceso de las mujeres agricultoras a los recursos podría incrementar la producción agrícola en los países en desarrollo entre un 2.5 y un 4.0 por ciento, según los cálculos del banco.
Eliminar las barreras que impiden que las mujeres trabajen en determinadas ocupaciones o sectores tendría efectos positivos similares.
Según el Banco ello reduciría las diferencias de productividad entre trabajadores hombres y mujeres entre 33 y 50 por ciento, y aumentaría la producción por trabajador entre un 3 y 25 por ciento en muchos países.
El reporte fue presentado en anticipación de la reunión anual del Banco y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que reunirá esta semana aquí a representantes de 184 naciones