Como líder del G-20 en 2012, México deberá impulsar las reformas estructurales pendientes para crear un blindaje ante la turbulencia económica global y salir del “estancamiento estabilizador”, expuso la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Sostuvo que además de los retos internacionales que tendrá el país al ser protagonista del encuentro el próximo año, al pedir reformas de fondo a nivel global, “consecuentemente tenemos que hacer las que urgen en nuestro país: educativa, laboral, fiscal, energética, política, social, público-privadas y banca de desarrollo, entre otras”.

Este es el blindaje indispensable que necesitamos ante la turbulencia económica en el mundo, que no se ve ni en el sector político ni entre los precandidatos a la presencia en 2012, indicó.

Recordó que la Coparmex participó de manera activa en la cumbre de Cannes, con una delegación en la reunión del Grupo de Negocios del G-20 y hoy trabaja en el comité organizador de la Cumbre de Los Cabos, a celebrarse en junio de 2012.

La organización se comprometió a seguir impulsando los cambios que requiere México para superar la fase de estancamiento estabilizador que “ya se prolongó demasiado”, por lo que pidió “hagamos de 2012 el inicio de una nueva era para México, con un liderazgo internacional”.

Para ello, afirmó que el mayor reto de México como líder del G-20 en junio de 2012 será establecer compromisos efectivos y las transformaciones necesarias para resolver los grandes problemas internacionales y restaurar la confianza global.

Es por eso que México, como cabeza del G-20, si realmente quiere hacer la diferencia, tendrá que impulsar una agenda global para detonar el crecimiento y enfrentar la posibilidad de un largo periodo de estancamiento, prioridad que aún no ha sido atendida, ante la contingencia de los problemas financieros, principalmente en Europa, planteó.

En esta tarea, apuntó, reactivar el mercado interno y la creación de empleos en cada país es fundamental.  

Asimismo, el organismo destacó la necesidad de un nuevo sistema monetario internacional y compromisos claros para evitar una guerra de devaluaciones competitivas, que podría detonarse con las acciones que aún realizan muchos países.

Consideró preciso consolidar el nuevo sistema regulatorio acordado en Basilea, en particular lo referente a los niveles de devaluaciones competitivas, que podría detonarse con las acciones que siguen realizando muchos países.

Se requiere destrabar las negociaciones de la Ronda de Doha y así crear un sistema global de comercio justo y acorde a la nueva realidad mundial. “México puede estar a la altura de este reto. Resulta fundamental evitar los proteccionismos que sólo retrasarían la recuperación del crecimiento”, resaltó.

Asimismo, consideró urgente avanzar en la agenda contra el cambio climático, así como en las modificaciones de fondo a los sistemas de seguridad social y en materia migratoria para atenuar los desequilibrios demográficos en el mundo y convertirlos en oportunidades para todos.

Temas como el crimen organizado transnacional y la seguridad alimentaria deben estar incluidos y discutirse a profundidad, en la agenda que impulse nuestro país a través del G-20, expuso.

La Coparmex también dejó en claro que no se debe menospreciar la expresión de movimientos sociales de indignación en su llamado a una economía de mercado con responsabilidad social y rendición de cuentas, que genere oportunidades para todos.

El reto es formidable. 2012 se presenta, desde ahora, como un año extremadamente complicado, con cambios de gobierno en Estados Unidos, China, Francia, Rusia y México, entre otros países, así como vencimientos de deuda que podrían producir un alza en las tasas de interés en los Estados Unidos”, recordó.

Ante ello, puntualizó, se debe de asumir el desafío porque México puede y debe propiciar la responsabilidad, visión y liderazgo que hacen falta.