Europa ha demostrado su incapacidad de enfrentar la crisis, mientras que los países clasificados como emergentes, entre los que se encuentra México, serán ahora el motor del crecimiento de la economía global.
En su ponencia magistral en el marco de la 75 Convención Bancaria, el ex presidente del Gobierno de España, Felipe González Márquez, dijo que ante la crisis que se vive en España y la Unión Europea, estos apenas y aportarán el 48 por ciento de la riqueza mundial.
“En cuanto a los países emergentes, que seguimos llamando emergentes no sé por qué, porque ya emergieron y Europa se está sumergiendo (…). Y si se lo creen los mexicanos, México será uno de los responsables de la riqueza mundial con otros nueve motores de la economía de lo que seguimos llamando países emergentes en el mundo”, afirmó.
Reveló que de acuerdo con análisis de los gobiernos europeos sobre la evolución de la economía mundial, incluido el impacto de la crisis, ya se hablaba de los 10 países emergentes responsables del 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos 10 años
Esas naciones, precisó, eran los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) a los que habría que añadirles ahora países como México, ya que “está preparado”, para formar parte de los 10 emergentes responsables del PIB mundial en los próximos 15 o 20 años.
En tanto, reconoció, “Europa demostró la incapacidad de enfrentar la crisis y lo ha demostrado a lo extremo”, al grado de que llegará a la próxima reunión del G-20 indefinido como bloque, aún con la tragedia griega, pues el país helénico deberá repetir su proceso electoral ante la falta de un acuerdo de coalición.
De hecho, señaló, aun cuando Grecia representa sólo un 2.0 por ciento del PIB de la Unión Europea, ha planteado un problema sistémico que parece no tener solución, además de que su economía sigue cayendo a tasas de entre 4.0 y 5.0 por ciento, “hasta la exageración”.
Respecto a la situación y el papel que ha jugado España en la problemática de la Unión Europea, aclaró que ese país, durante los siete u ocho años previos a la crisis, cumplía con el pacto de estabilidad y de crecimiento hasta el primer periodo de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, “mucho más y mejor que Alemania y Francia”.
El problema de España, dijo, no estaba en sus cuentas públicas porque presentaba un crecimiento económico del 4.0 por ciento, “había una alegría de consumo de ladrillo y cemento con 800 mil viviendas anuales construidas, el problema fue la unificación de la moneda sin una unión económica y fiscal”, sostuvo González.
Explicó que ello provocó choques asimétricos en distintas zonas de la Unión Europea, por divergencias de sus políticas económicas, mientras que Alemania se convirtió en país desarrollado pues era la única economía que ahorraba más de lo que consumía en términos de capital.
Sin embargo, dejo en claro que Europa reaccionará, aunque descartó que desaparezca el euro y cada uno de los países recupere su antigua moneda, pues ello sería más caro, además de descartar la salida de Grecia de la Zona, aunque sí “encapsular como una herida para que deje de contaminarse el resto”.