El hallazgo del yacimiento se realizó en el bloque 57, según explicó en un comunicado Repsol, que es el operador del lugar con una participación del 53,84%, mientras que su socio, Petrobras, participa con el 46,16% restante.
Para la compañía ibérica, este descubrimiento refuerza el potencial de la zona, en la que también se encuentra el campo Kinteroni, uno de los cinco mayores descubrimientos del mundo de 2008, que fue concretado por la compañía española y que actualmente está en una fase de "desarrollo acelerado" para su puesta en producción a fines de 2012.
El sondeo, denominado Sagari, resultó exitoso en dos formaciones diferentes llamadas Nia Superior y Nia Inferior.
Las pruebas de producción, realizadas a profundidades de entre 2.691 y 2.813 metros, dieron como resultado un flujo de 26 millones de pies cúbicos de gas con 1.200 barriles de condensado (hidrocarburos líquidos) en una de las formaciones, y de 24 millones de pies cúbicos y 800 barriles de condensado diarios en la otra.
Entre ambas pruebas se obtuvieron niveles de casi 11.000 barriles equivalentes de petróleo por día. Repsol tiene previsto continuar con la exploración de otras estructuras una vez finalizadas las pruebas de producción.
El Plan Estratégico de Repsol para el período 2012-2016 centra gran parte de las inversiones en la división de exploración y producción, motor de crecimiento de la compañía y a la que destinará unos 19.000 millones de euros (casi US$ 24.000 millones) durante los próximos cinco años.
El objetivo de la firma energética europea que preside Antonio Brufau es incrementar su producción en torno al 7% anual, hasta alcanzar los 500.000 barriles equivalentes de petróleo diarios en 2016.
En el último lustro (cinco años) Repsol contabilizó más de 30 descubrimientos, entre los que se incluyen cinco de los más importantes del mundo, "reforzando significativamente las perspectivas futuras de crecimiento de reservas y producción", de acuerdo con el comunicado difundido por la empresa española.