El Banco Santander confía en que 2013 será el último año de recesión en España, aunque la recuperación económica "tampoco será muy rápida", señaló hoy su consejero delegado, Alfredo Sáenz.

Sobre una eventual petición de ayuda por parte de España a sus socios europeos, dijo que si ese apoyo hace que la prima de riesgo española se reduzca hasta el entorno de los 200 puntos básicos, "obviamente, sería bueno para todos", incluidos los bancos.

El consejero delegado del Banco Santander realizó estas declaraciones en una conferencia de prensa en la que presentó los resultados del grupo hasta septiembre, periodo en el que ganó 1.804 millones de euros, el 66 % menos debido a las aportaciones que realizó para las provisiones destinadas a sanear los activos inmobiliarios.

"España se ve como un país que va avanzando en positivo y resolviendo sus problemas", dijo Sáenz, que consideró que los test realizados por la consultora estadounidense Oliver Wyman a la banca española "han sido bien aceptados y han consolidado la credibilidad del Gobierno español en cuanto a la forma de gestionar la reestructuración financiera y los problemas en general".

Estos resultados, también pudieron de manifiesto la situación del Santander, que es uno de los siete bancos españoles que no necesita capital adicional, recordó.

"Se nos ve fuertes y se nos percibe como uno de los grandes bancos internacionales", sostuvo su consejero delegado, en relación al sentimiento que percibió durante la reunión del Fondo Monetario Internacional celebrada recientemente en Tokio.

En esa reunión, según Sáenz, la impresión es que aunque España debe seguir con los ajustes, "avanza en positivo".