El país registró mayor desempleo durante junio, luego que la tasa de desocupación subió a 4.99 por ciento, de la población económicamente activa (PEA), frente a 4.81 por ciento que registró en el mismo lapso de 2012, de acuerdo con datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Así, la desaceleración que vive México ya se reflejó en el magro avance que registró el producto interno bruto (PIB), de apenas 0.8 por ciento a tasa anual en el primer semestre del año, razón por la que Hacienda y especialistas redujeron su estimación de crecimiento para todo el 2013 de 3.5 a 3.1 por ciento.
Sin embargo, los mujeres fueron las más afectadas por el desempleo, ya que entre ellas la tasa de desocupación pasó de 4.82 por ciento a 5.39 en el mismo periodo de comparación, mientras que entre los hombres disminuyó de 4.80 por ciento a 4.73.
De acuerdo con el INEGI, en junio pasado de los 2.3 millones de desocupados, al menos 21 por ciento no contaba con estudios completos de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron a 79 por ciento de los desempleados.
Las entidades federativas donde el desocupación laboral se elevó fueron las siguientes: Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
Por otra parte, la informalidad no logra reducirse de manera significativa. En el sexto mes del año ésta se ubicó en 58.26 por ciento de la población ocupada, en tanto que en igual mes de un año antes se estableció en 60.21 por ciento.
En México, unos 28 millones de personas trabajan en condiciones precarias, sin salarios fijos, prestaciones laborales, ni seguridad social, por lo tanto tampoco contribuyen con impuestos como trabajadores.
Mientras que la subocupación —aquella situación donde el trabajador tiene la necesidad y disponibilidad de laborar horas extra ante la insuficiencia de su salario— representó 8.1 por ciento de la población ocupada, proporción inferior a la registrada un año antes de 9.3 por ciento.
Del total de ocupados, 67.1 por ciento opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo; 4.4 por ciento son patrones o empleadores; 22.6 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados y, finalmente, 5.9 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin remuneración monetaria.
Según el análisis de Banamex, el paulatino deterioro en el mercado laboral responde principalmente a la desaceleración productiva, lo que implica que en lo que resta del año continuará el menor avance del empleo formal y el desempleo se mantendrá en altos niveles.