A decir del analista económico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) Anselmo Chávez Capó, la propuesta de reforma hacendaria no es la medida adecuada para que el país enfrente en las mejores condiciones la desaceleración que actualmente vive la economía global, porque —desde su perspectiva— solamente se trata de una miscelánea tributaria que busca mayor recaudación para el gasto gubernamental y no incentiva la productividad ni el consumo.
La propuesta federal, aseveró el economista de esa casa de estudios poblana, tiene la finalidad de mejorar las condiciones para el crecimiento económico de los que menos tienen, aunque al final solamente resulta en una medida recaudatoria que se dirige hacia los contribuyentes cautivos.
Para Chávez Capó, a los ciudadanos del país que tienen ingresos superiores a los 500 mil pesos anuales se les aumentará el Impuesto Sobre la Renta (ISR), por lo tanto tendrán que cambiar sus hábitos de compra: “Con lo que entraremos eventualmente en proceso recesivo, por lo que no es la reforma adecuada para enfrentar este tiempo que necesita mover otros elementos, lo que se necesitaría es eliminar la tasa cero del IVA y si ciertos productos que se considera que no deben tenerlo se debería promover que estén exentos y no con tasa cero”.
Desde la perspectiva del académico universitario, para lograr una verdadera reforma integral el gobierno federal y el Congreso de la Unión tienen que promover incentivos fiscales para integrar a quienes tienen ingresos adicionales que no tributan, así como incentivos para integrar a los informales.
En relación al impuesto anunciado para bebidas endulzadas, refrescos y comida “chatarra”, consideró que debieron contemplar un programa de salud pública de combate a las enfermedades relacionadas con la obesidad, porque hoy en día México es el país que mayores problemas tiene con ese indicador en el ámbito internacional.
En esa perspectiva, dijo que la intención, más allá de incidir en la salud de la sociedad con el encarecimiento de esos productos, es que el gravamen resulta solamente recaudatorio: “No una medida de salud, porque a pesar del incremento del precio la gente seguirá consumiéndolos y el problema ahora será en dónde se invertirán los recursos del impuesto, ya que el consumo seguirá incidiendo en la salud de la sociedad y deberán realizar acciones para que el sector pueda atender los padecimientos de la obesidad, que en la actualidad es uno de los mayores problemas de salud pública de los mexicanos”.