Las ventas de floristas han bajado 65 por ciento y la temporada de Todos Santos no será un factor positivo para incrementar el porcentaje de consumo. El Covid-19 se ha manifestado con todo su poderío en cada uno de los sectores de la población y ni la milenaria celebración de los fieles difuntos contribuirá a mejorar la economía de vendedores de flores. 

El corredor floral de la 35 Poniente entre la 11 Sur y 17 Sur, sitio en donde se localizan ocho puestos, luce desolado y en ocasiones se estacionan hasta cinco conductores para adquirir desde la típica docena de rosas o hasta arreglos grandes y pequeños, pero no se compara con la multitud que el año previo arribaba en autos, taxis y del sistema colectivo RUTA para comprar flores, colocarlas en las tumbas del cementerio o regalar a sus seres queridos para instalar la tradicional ofrenda. 

Don Ignacio Jiménez Cordero quien compra su mercancía en Veracruz, municipios de la Sierra Norte, San Martín Texmelucan, Estado de México y de otros lugares de la entidad, advierte que las medidas sanitarias implementadas por autoridades del Ayuntamiento son positivas, pero han causado que las personas tengan miedo de salir a comprar para instalar los altares familiares.