Las autoridades chinas han retrasado la aprobación de la nueva planta del fabricante de vehículos eléctricos BYD en México por preocupaciones de que su tecnología pueda terminar en manos de Estados Unidos, informó el diario británico Financial Times (FT).
El Ministerio de Comercio de China teme que México tenga acceso sin restricciones a los sistemas avanzados de BYD y que, debido a su proximidad con EE.UU., esa tecnología también pueda ser utilizada por el país vecino.
BYD anunció en 2023 su plan para construir una fábrica en México con capacidad para producir 150,000 vehículos al año y generar 10,000 empleos, como parte de una estrategia de expansión global. Sin embargo, el gobierno chino prioriza inversiones en países alineados con su iniciativa de desarrollo internacional, lo que ha retrasado la autorización para este proyecto.
Además, la posibilidad de que Donald Trump regrese a la presidencia de EE.UU. ha hecho que México modere su entusiasmo por la inversión china, priorizando su relación comercial con Washington ante la amenaza de aranceles. México ha respondido a las acusaciones del equipo de Trump de ser una "puerta trasera" para productos chinos con la imposición de aranceles a textiles asiáticos e investigaciones por competencia desleal en el sector del acero y aluminio.
Según FT, la actitud del gobierno mexicano hacia las empresas chinas se ha vuelto más hostil, lo que ha complicado aún más la situación para BYD. A pesar de ello, la compañía sigue evaluando sus opciones. En febrero de 2024, su vicepresidenta ejecutiva, Stella Li, indicó que la ubicación de la fábrica se definiría antes de que terminara el año, aunque recientemente afirmó que la decisión aún no está tomada.