El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que impondrá un arancel del 100 por ciento a todas las películas producidas fuera del país que busquen ingresar al mercado estadounidense.
Según Trump, esta medida busca frenar el daño que, a su juicio, sufre Hollywood debido a que cineastas y estudios nacionales optan por trabajar en el extranjero, atraídos por incentivos económicos de otros países.
“La industria cinematográfica estadounidense está muriendo rápidamente. Otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a nuestros cineastas y estudios de Estados Unidos. Hollywood, y muchas otras zonas de EU, están siendo devastadas”, expresó Trump en un mensaje.
El mandatario informó que ya ha dado luz verde al Departamento de Comercio, encabezado por el secretario Howard Lutnick, así como a la oficina del representante comercial de Estados Unidos, para iniciar “de inmediato” el proceso de aplicación de este nuevo gravamen. “Este esfuerzo conjunto de otras naciones” representa, según Trump, una amenaza para la seguridad nacional e incluso calificó la situación de “propaganda”. En su cuenta de Truth Social, la red social de su propiedad, publicó: “¡Queremos cine hecho en Estados Unidos otra vez!”.
China, uno de los principales blancos de las políticas comerciales de Trump, respondió recientemente a las tensiones bilaterales anunciando que reducirá “moderadamente” la cantidad de películas estadounidenses autorizadas en su territorio. Esta decisión podría tener un impacto importante, ya que China es el segundo mercado cinematográfico más grande del mundo después de Estados Unidos, y un acceso limitado afectaría considerablemente los ingresos de los grandes estudios de Hollywood.
Por otro lado, en una entrevista con Kristen Welker, moderadora del programa Meet the Press de NBC News, Trump aseguró que no planea buscar un tercer mandato presidencial, algo prohibido por la Constitución de Estados Unidos. “Esto no es algo que esté buscando hacer”, afirmó el mandatario de 78 años. “Voy a ser un presidente de ocho años, de dos mandatos. Estoy buscando tener cuatro grandes años y luego entregar el cargo a alguien, idealmente a un gran republicano que siga adelante”. Entre los nombres que mencionó como posibles sucesores destacan su vicepresidente, JD Vance, y su secretario de Estado, Marco Rubio. “Tenemos mucha gente buena en este partido”, añadió.
En otro frente internacional, Trump volvió a referirse a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a quien calificó como “una mujer encantadora”, pero aseguró que “le tiene tanto miedo a los cárteles que ni siquiera puede pensar con claridad”. Según Trump, ofreció enviar tropas estadounidenses para combatir al narcotráfico en México, pero Sheinbaum rechazó la propuesta. “Le dije que sería un honor para mí si México quisiera ayuda”, comentó a los medios.
Finalmente, Trump anunció que ha ordenado la modernización y reapertura de la famosa prisión de Alcatraz, en California, para albergar a “los delincuentes más despiadados” y violentos del país, como parte de su plan de seguridad interna.