El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, sostuvo este viernes una reunión con el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, para abordar la reciente imposición de un arancel del 50% a las importaciones de acero y aluminio, medida implementada por la administración del presidente Donald Trump desde el 4 de junio.

A través de su cuenta oficial en X, Ebrard calificó el encuentro como una "cordial conversación" y expresó optimismo al afirmar: "Avanzamos".

La duplicación del arancel, que pasó del 25 al 50 por ciento, excluye únicamente al Reino Unido y afecta significativamente a México, segundo proveedor de acero a Estados Unidos.

Según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO), esta medida pone en riesgo el 75 por ciento de las exportaciones mexicanas de acero, valuadas en aproximadamente 2 mil 100 millones de dólares, así como miles de empleos en el sector. 

Ebrard ha calificado la medida como "ineficaz, insostenible y con muchos efectos negativos", argumentando que el impacto económico será considerable tanto para México como para Estados Unidos, especialmente en industrias clave como la automotriz, la construcción y la electrónica.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, convocó una reunión de emergencia con líderes del sector privado para evaluar las repercusiones económicas y definir estrategias de acción. Durante el encuentro, Sheinbaum calificó la medida como "injusta" y "sin sustento legal", argumentando que viola el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y perjudica a ambas economías. 

Ebrard, quien también participó en la reunión, destacó que México es el principal destino de las exportaciones estadounidenses de productos siderúrgicos, representando el 52 por ciento de sus ventas globales al cierre de 2024. En consecuencia, enfatizó que "no se justifica esta tarifa. Es una mala idea".

Las negociaciones entre México y Estados Unidos continuarán en los próximos días, con el objetivo de lograr la exclusión de México de los aranceles impuestos.

El gobierno mexicano ha manifestado su disposición al diálogo y la búsqueda de soluciones que beneficien a ambas naciones, evitando medidas de represalia y priorizando la estabilidad económica y comercial en la región.