La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, firmó en Palacio Nacional el Acuerdo Nacional Maíz‑Tortilla, un convenio voluntario entre productores de maíz, harineros, nixtamaleros y tortilleros para evitar un incremento en el precio de la tortilla y lograr una reducción inicial del 5% en los próximos seis meses, con el objetivo de alcanzar hasta un 10% de disminución al cierre de su sexenio.

Objetivos y mecanismos del acuerdo

Eliminar intermediarios: fomentar relaciones directas entre productores y procesadores para reducir costos añadidos.

Proveer apoyos gubernamentales: 25,000 toneladas de maíz blanco desde los Centros de Acopio de Alimentación para el Bienestar, vendidas al precio de tiendas oficiales (~6,000 mxn/ton) .

Financiamiento de hasta 500 millones de pesos, destinado a modernización y renovación de infraestructura de tortillerías.

Supervisión por Profeco: monitoreo permanente del precio por kilo de tortilla, incluyendo medición de peso y variación estatal (precios entre 19 y 35 pesos/kg).

Homero López, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, considera el pacto insignificante, ya que firmaron solo unos productores que representan el 0.1% del total, mientras su organización aglutina alrededor del 67% de las tortillerías (más de 130,000 negocios).

Señala la inviabilidad del objetivo debido a los altos costos de insumos (maíz, energía, transporte, refacciones, seguridad) y la competencia desleal del sector informal, que comprende cerca del 45% de la industria.

El precio promedio actual del kilo de tortilla es de 23.87 pesos, con rangos entre 19 pesos (Tlaxcala) y hasta 35 pesos (regiones específicas).

El acuerdo se enmarca en la estrategia de soberanía alimentaria promovida por Sheinbaum, que incluye programas como Tiendas del Bienestar y financiamiento agrícola.

Es el segundo pacto con el sector del maíz este sexenio: en abril ya se pactó una reducción del 5% del precio con tortillerías; ahora se busca formalizarlo con proveedores clave y reducir gradualmente hasta un 10%.