Tres empleados del Departamento del Sheriff del Condado de Maricopa, fueron arrestados acusados de contrabando de drogas, tráfico de indocumentados y lavado de dinero, al ser sospechosos de participar en una banda de narcotraficantes.
Joe Arpaio, el auto-proclamado sheriff más duro de Estados Unidos, informó que los detenidos son el agente, Rubén Alfredo Navarrete, de 37 años, y las guardias de la principal cárcel del condado, Silvia Nájera, de 25 y Marcela Hernández, de 28 años. Los tres empleados fueron detenidos la víspera junto a otras nueve personas acusadas de formar parte de una banda internacional de traficantes de droga. Una de las guardias carcelarias, Marcela Hernández, reveló a los investigadores que tenía ocho meses de embarazo, fruto de su relación con Francisco Arce Torres, presunto jefe de la banda, quien también fue detenido bajo cargos de distribución de droga para el cártel de Sinaloa.
Navarrete, quien tenía 10 años trabajando en la unidad de Arpaio contra el contrabando de indocumentados, fue detenido cuando se presentó a su trabajo la mañana del martes y luego de que agentes encontraran escondidos en su departamento a dos inmigrantes ilegales. En tanto que las dos guardias carcelarias fueron detenidas en la calle cuando se dirigían a sus empleos. En el momento de la detención, Hernández llevaba consigo 20 mil dólares en efectivo.
La captura de los empleados de la Oficina del Sheriff y la sospecha de que más agentes pudieran estar involucrados en actividades ilegales, representan un fuerte golpe a la imagen de Arpaio, quien enfrenta acusaciones de corrupción, malversación de fondos, racismo y violación de derechos civiles.
De acuerdo con las autoridades, la presunta banda de narcotraficantes detenida la víspera, distribuía heroína con valor de más de 55 mil dólares por semana. Arce Torres coordinaba supuestamente desde Phoenix, Arizona, a contrabandistas que acarreaban la heroína desde Sinaloa.