En el operativo de recuperación de la presidencia los uniformados utilizaron toletes y gas lacrimógeno para disolver a los habitantes resultando cinco personas con intoxicación y golpes, además del repudio de la población luego de que se dijo que al momento de la intervención policíaca había mujeres y niños quienes estuvieron en medio de la trifulca.
Los pobladores arrojaron piedras, botellas y palos a los uniformados, quienes una vez que ingresaron al municipio se formaron en filas y comenzaron a caminar hacia la presidencia, retiraron a los habitantes que estaban en protesta y luego se formaron para resguardar las instalaciones del palacio municipal y después le fuera entregada al edil quien al momento del desalojo estuvo presente y resguardado por la PEP, mientras un helicóptero sobrevolaba la zona.
Norma Palestino, uno de los síndicos municipales que encabezó la toma de la presidencia dijo que la presencia policíaca y el desalojo se dio justo cuando esperaban la llegada de representantes de Gobernación del estado para dialogar “pacíficamente” la renuncia del presidente municipal, del que dijo no cumplió con su trabajo.
Cerca de las 15:00 horas y una vez que la presidencia municipal estaba asegurada, los pobladores, a invitación de sus regidores, se dirigieron hacia el kilómetro 80 de la carretera federal México-Puebla, mientras que 100 granaderos también se dirigieron al lugar y solo esperaban que la artería fuera tomada para intervenir, pero los vecinos de San Lorenzo Chiautzingo desistieron y se dirigieron al rancho Los Voyeros para planear nuevas estrategias.
A Mariano Solís lo acusan de corrupción
El miércoles 6 de julio regidores del ayuntamiento de San Lorenzo y vecinos tomaron la presidencia municipal para exigir la renuncia del presidente Solís Sánchez, a quien acusaron de desvió de fondos, de enriquecimiento con el erario público y por nepotismo, señalando que uno de los primos del edil es el secretario particular del ayuntamiento.
Julián Herrera, uno de los regidores inconformes, dijo que el presidente municipal había alterado facturas para quedarse con el dinero, mientras que elementos de la Policía Municipal denunciaron que para realizar el trabajo de vigilancia tenían sólo un arma y un cartucho, ya que el edil se negaba a entregarles los elementos necesarios para su trabajo.
La respuesta a todas las peticiones de los vecinos de San Lorenzo fue el desalojo a toletazos y con gas lacrimógeno.