Los cuatro sujetos detenidos por elementos del Ejercito Mexicano el pasado 23 de febrero, en la caseta de pago de San Martín Texmelucan, acusados por secuestro y que después resultó ser un rapto, fueron acusados por la Delegación Estatal Puebla, de la Procuraduría General de la República (PGR) por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejercito, Fuerza Armada y Aérea, luego de que los encontraron en posesión de una Magnum .357, abastecida con 6 cartuchos útiles.
El fin de semana pasado la Procuraduría General de Justicia (PGJ), informó del ingreso al Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel de Alejandro Islas del Ángel, Lorenzo Antonio Serna Reyes, Genaro Hernández Gómez y Cipriano Jiménez Rivera, como presuntos responsables del delito de privación ilegal de la libertad, en agravio de un profesor de 25 años de edad, originario y vecino de Chietla.
Sobre como ocurrió su detención la PGJ informó de manera oportuna que:
“De acuerdo con la averiguación previa 307/2012/DMZS, la mañana de ayer personal castrense que realizaba tareas de seguridad en la caseta de San Martín Texmelucan se percató de que un sujeto quien viajaba con tres individuos más a bordo de un Platina color negro empezó a pedir auxilio argumentando que lo llevaban privado de su libertad, por lo que de inmediato los militares intervinieron y procedieron al rescate de la víctima así como la detención del resto de los ocupantes de la unidad”.
“Posteriormente el caso fue turnado a la Procuraduría General de Justicia. A través de una serie de diligencias, declaraciones, testimoniales y otras periciales el representante social documentó que la privación ilegal de la libertad se derivó de un problema sentimental entre Lorenzo
Antonio Serna Reyes y la víctima, de 25 años de edad, originario y vecino de Chietla”.
“Las indagatorias arrojan que hace aproximadamente un año ambos sujetos comenzaron una relación de pareja; sin embargo, en diciembre de 2011 surgieron serias diferencias e incluso agresiones físicas de Lorenzo hacia su pareja por cuestiones de dinero y algunas otras operaciones, al parecer fraudulentas, en las que ambos se vieron involucrados”.
“A raíz de esa situación, el pasado mes de enero el agraviado decidió terminar la relación, por lo que entonces Lorenzo Antonio Serna Reyes comenzó a hostigarlo e incluso amenazó con privarlo de la vida junto con toda su familia si no accedía a que se volvieran a ver”.