Los focos rojos de la inseguridad se han prendido en territorio poblano, el libre actuar del crimen organizado quedó demostrado luego de que se descubriera que los dos hombres hallados la mañana del lunes en Bosques de Manzanilla y en San Martín Texmelucan eran empleados de Petróleos Mexicanos (Pemex), y que desaparecieron en circunstancias distintas, aunque los dos fueron ejecutados.
La Procuraduría General de Justicia (PGJ), que en las últimas fechas a omitido informes de desaparecidos y ejecutados en diversos puntos del territorio poblano, tuvo ayer que reconocer que los dos casos de homicidio que fueron descubiertos el lunes 1 de octubre estarían relacionados entre sí, luego de que las víctimas eran empleados de una empresa vinculada con millonarios robos de hidrocarburo.
De acuerdo a los informes de la institución los nombres de las presuntas víctimas del crimen organizado son: Carlos López Reyes, de 38 años de edad, quien fue localizado en las calles Maravillas y Cedro, de la colonia Flor del Bosque, vestía short de color gris y playera del mismo color, no tenía ropa interior, calcetines ni calzado.
El ahora occiso trabajaba en Pemex, en las instalaciones que se ubican en el Parque Industrial Puebla 2000. La necropsia que le fue practicada reveló que falleció asfixiado, así como que presentaba un severo traumátismo cráneo encefálico, y huellas de haber sido torturado.
El segundo ejecutado fue identificado como Fernando González Cervantes, quien también trabajaba en Pemex, pero en el Complejo Químico de San Martín Texmelucan. Este hombre fue hallado en el asiento del copiloto de una camioneta X-Trail, con placas de Puebla, presentaba un disparo de arma de fuego en la nuca.
Hasta el momento se desconoce si otros empleados de la paraestatal estarían reportados como desaparecidos.