Héctor Andrés Villagrán Ovando, originario de Santiago de Chile, de 45 años de edad, presunto integrante de una cédula del grupo armado “Los Zeta”, detenido el 15 de octubre de 2009 junto con cinco integrantes de su organización, entre ellos un agente en activo de la Policía Ministerial del Estado (PME), como presuntos responsables de delitos de delincuencia organizada, falleció en el interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, por circunstancias aún desconocidas.

Villagrán Ovando falleció en el área médica del penal, lugar donde acudió el Ministerio Público de Homicidios para realizar las primeras investigaciones. Aunque de manera oficial no se ha informado de la muerte de este hombre, se dijo que habría sufrido un infarto. Otro reporte indicaba que presentaba huellas de golpes en diversas partes del cuerpo.

De acuerdo con el informe aportado por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), Héctor Andrés y la cédula a la que pertenecía operaba en zonas como Tecamachalco, Tlacotepec, Huixcolotla, Tepeaca, Tehuacán, Atlixco y San Andrés Cholula, se dedicaban al secuestro, extorsiones, asaltos y distribución de drogas, entre otros. Tenían tres “casas de seguridad” donde ocultaban a sus víctimas ubicadas en Cholula, Tecamachalco y Tehuacán.

Zetas
Héctor Andrés Villagrán fue detenido junto con Dulce María Flor Gómez Flores, “La Maya” y/o “La Fabiola” de 28 años de edad, originaria del Estado de México; José Alejandro Luna Cuevas, “El Comandante Sol” y/o “El Baracus” de 27 años de edad, originario de Nuevo León; Ángel de Jesús Merino Pérez o Ángel Merino Pérez, “El Negro” y/o “El Choche” de 25 años de edad, originario de Tehuacán; Francisco Javier Bautista Hernández de 28 años de edad, originario de Veracruz y Jorge Coca Hernández, alias “El Flaco” de 37 años de edad, originario de Tehuacan y exagente ministerial.

La detención de los presuntos “zetas” ocurrió luego de que el 12 de octubre de 2009 un comerciante de Tehuacán y tres de sus empleados que viajaban a bordo de un vehículo Lincoln MKZ 2008, sobre la autopista Cuacnopalan-Oaxaca con rumbo a Palmar de Bravo, fueron interceptados por dos vehículos cuyos ocupantes los privaron de su libertad, trasladándolos a una casa de seguridad. Horas más tarde, los captores se comunicaron vía telefónica con familiares de las víctimas exigiendo la cantidad de 10 millones de pesos como pago del rescate.

En respuesta a la denuncia, personal de la entonces DIEDO inició las investigaciones y esto permitió localizar en las inmediaciones de la terminal camionera AU de Tecamachalco una camioneta GMC que era tripulada por sujetos quienes al percatarse de la presencia policíaca abrieron fuego, iniciándose una persecución que culminó con la detención de los indiciados y el rescate de los cuatro plagiados en Tlacotepec de Benito Juárez.

Tras la detención de los plagiarios, donde también intervino personal de la Policía Federal y del Ejército mexicano, les fueron asegurados 7 vehículos, todos con reporte de robo, 15 teléfonos celulares, 6 granadas de fragmentación de “piña”, 4 granadas cilíndricas de fragmentación, radios de comunicación marca Motorola, 5 fusiles tipo AR-15, marca Olimpic; 1 fusil tipo AK-47, 4 armas cortas, 25 cargadores metálicos para arma AR-15 con 30 cartuchos útiles, 1 cargador desabastecido, 3 cargadores metálicos para fusil AK-47, dos de ellos abastecidos con 30 y 40 cartuchos respectivamente; 207 cartuchos útiles calibre 45 milímetros, 477 cartuchos útiles calibre 9 milímetros. 245 cartuchos útiles 7.62, 106 cartuchos útiles 7.62.39 y 87 cartuchos útiles .223.


El segundo de la foto es Héctor Andrés Villagrán Ovando, alias “El Chileno”.