Se trata de nueve sujetos que son originarios de Veracruz, Distrito Federal y —al parecer— de Puebla, que podrían formar parte de un cártel del crimen organizado y fueron detenidos el pasado fin de semana en una “casa de seguridad”, que son varios cuartos de un hotel de paso que se ubica en el kilómetro 10 de la carretera Puebla-Atlixco, donde les fueron aseguradas diversos tipos de armas, cartuchos y vehículos, además de drogas.
De acuerdo con informes que han sido filtrados por la dependencia los sospechosos fueron ubicados como resultado del seguimiento de las llamadas que hicieron a la familia del comerciante Enrique Meraz, para pedir un rescate millonario, el cual no fue pagado y por lo que lo estrangularon y dejaron abandonado su cuerpo.
Estos mismos detenidos, que al parecer tenían cuatro meses operando en territorio poblano también son sospechosos del asesinato y descuartizamiento de un hombre y una mujer, de entre 35 y 40 años de edad, que vestían playeras del Carnaval de Veracruz y cuyos restos fueron hallados en el interior de bolsas de plástico en Tecali de Herrera.
La PGJ estudia presentar a los sospechosos ante la Procuraduría General de la República (PGR), considerando su peligrosidad.