Los hombres armados que operaron en los dos robos se burlaron materialmente de la seguridad que —se dice— existe en una zona donde en forma constante se realizan operaciones comerciales importantes.
Actuaron frente a las cámaras de video de “seguridad”, pasaron por encima de los operativos de vigilancia que la Policía Ministerial del Estado (PME) realiza en los bancos, sobre todo los días de quincena, y burlaron la vigilancia que —dicen— realizan la Policía Estatal Preventiva (PEP) y la Municipal tanto de Puebla como de San Andrés Cholula.