La Procuraduría General de Justicia (PGJ) informó que la Fiscalía General Metropolitana, por conducto de la Dirección de Agencias del Ministerio Público Metropolitana Norte, en colaboración con la Procuraduría General de la República (PGR) y autoridades de Quintana Roo, logró el esclarecimiento del homicidio de Carlos Betanzo Tlaseca, quien fuera docente y jefe del área Penal de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), así como el aseguramiento del probable responsable.

El 8 de marzo del año en curso la Policía Ministerial de Cancún localizó y detuvo Cristóbal Uriel Tamariz Morales, de 27 años de edad, quien fue trasladado a Puebla y arraigado a fin de ampliar las investigaciones en torno a su presunta participación en el crimen ocurrido el 9 de diciembre de 2011 en el fraccionamiento Camino Real, ubicado en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, hecho radicado en la averiguación previa 148/2011/AEHOM.

A partir de una serie de investigaciones tanto de gabinete como de campo, así como la recabación de datos, indicios y declaraciones ministeriales, entre otras periciales, se obtuvo información que permitió establecer que el 9 de diciembre de 2011 el detenido y el ahora finado quedaron de verse en el domicilio del segundo en mención, donde alrededor de las 18 horas se reunieron y más tarde tuvieron relaciones sexuales.

Posterior a ello comenzaron a discutir, pero el hoy detenido golpeó a su pareja y luego tomó un cinturón con el que lo privó de la vida estrangulándolo, lo cual ocurrió en la planta alta del inmueble.

Horas más tarde Cristóbal Uriel, con ayuda de otra persona, bajó el cuerpo y lo colocó en el baño e inmediatamente después ambos salieron de la casa a bordo del automóvil de la víctima dejando en completo desorden la casa y llevándose diversos artículos, así como varias laptop, con la intención de simular un robo y desviar la atención de las autoridades. En el vehículo se trasladaron hasta San Francisco Ocotlán y cerca de la calle principal lo abandonaron no sin antes incendiarlo.

Cabe subrayar que en el periodo de arraigo, la Procuraduría General de Justicia, en coordinación con la Dirección de Servicios Periciales y el Centro Nacional de Planeación y Análisis de la Información de la PGR, y la Policía Ministerial de Puebla, desahogó poco más de 125 diligencias que permitieron documentar lo anteriormente expuesto, así como acreditar la probable responsabilidad del ahora inculpado.

Asimismo, en el lugar de los hechos se recabaron diversos artículos y rastros que fortalecen el señalamiento en contra del probable homicida, aunado a que —de acuerdo a las indagatorias— tras el crimen éste dejó de buscar al ahora finado y abandonó la ciudad de Puebla y en varias ocasiones cambió su lugar de residencia en distintos estados de la República.

Además, el sujeto habría falseado su declaración ante la autoridad investigadora, ya que refirió que el 10 y 11 de diciembre de 2011 acudió al domicilio de la víctima, sin embargo jamás fue visto por los vigilantes del fraccionamiento, tampoco existen registros de su acceso, aunado a que se tiene corroborado que realizó diversas llamadas telefónicas y envió mensajes a su pareja, supuestamente desconociendo lo que había ocurrido, lo cual también lo incrimina.

Resultado de las pruebas presentadas por las autoridades a cargo de la investigación, la autoridad judicial obsequió la orden de aprehensión en contra de Cristóbal Uriel Tamariz Morales, quien se encuentra internado en el Centro de Reinserción Social de San Miguel bajo cargos por homicidio calificado.