El grupo de investigación de homicidios de la Policía Ministerial del Estado (PME) le sigue la pista a un sujeto alto, robusto, de tez clara, que cerca de las 13 horas del lunes tres de junio vestía playera beige y pantalón de mezclilla y fue visto al salir de una empresa de destilados ubicada en el barrio de San Juan de la Junta Auxiliar en San Francisco Totimehuacan, donde la contadora fue degollada por un presunto robo de 200 mil pesos.
Uno de los empleados de la empresa Destilados Especializados de Azucares Nacionales aseguró haber visto salir al sujeto, por el momento desconocido, que todavía le dijo que se esperara un minuto y que iba a ser atendido, cerrando la puerta, para que más tarde fuera hallado el cuerpo sin vida de la mujer, que presentaba el cuello cortado, además de dos heridas más de arma blanca en el pecho, y se encontraba tendida en el piso en medio de un charco de sangre.
El agente del Ministerio Público de Homicidios acudió a la empresa para dar inicio a las diligencias del levantamiento de cadáver de quien en vida se llamó Dulce María Alejandra González Coeto, quien tenía 43 años de edad y se desempeñaba como contadora, misma que fue trasladada a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) para que el médico legista se hiciera cargo de la necropsia, dando entrada a la Averiguación Previa 051/2013/AEHOM.
De manera inicial, se dijo que el móvil del crimen fue el robo, sin embargo, se dijo que cerca de donde fueron sustraídos los 200 mil pesos el homicida no se llevó otro fajo que contenía cerca de 70 mil pesos, por lo que no se descarta que exista otro móvil del violento asesinato, aunque la primera línea de investigación es el robo.
El homicida actuó cuando su víctima estaba sola
La fábrica donde ocurrió el crimen cuenta con al menos cuatro aduanas para poder ingresar, mismas que no fueron violentadas, por lo que se presume que el homicida conocía a su víctima y que ésta pudo haberlo dejado entrar para que posteriormente fuera asesinada.
El empleado que encontró el cuerpo dijo que llegó a las 13 horas a trabajar y que estuvo tocando la puerta por mucho tiempo sin que nadie le abriera, hasta que salió el desconocido, quien llevaba un maletín negro en las manos, donde se presume se encontraba el dinero.
Cuando el desconocido se retiró, éste cerro de nuevo la puerta, por lo que el empleado no pudo entrar hasta que llegaron sus otros compañeros de trabajo y descubrieron el cuerpo si vida de la contadora.
Tras el crimen, al lugar arribaron elementos de la Policía Municipal, del Estado y la Ministerial, quienes tomaron sus reportes correspondientes y se retiraron sin ninguna novedad.