Marcos Raúl Ruiz Oviedo, uno de los tres hombres ejecutados en puntos distintos del territorio poblano en menos de 24 horas, tenía cuentas pendientes con la justicia federal, además de que se dedicaba al narcomenudeo, revelan las últimas investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia, además de que contaba con antecedentes penales.
Ruiz Oviedo fue detenido por elementos de la Policía Municipal Preventiva (PMP) el 6 de diciembre pasado como presunto responsable de los delitos de portación de arma de fuego y usurpación de funciones, ya que se dijo ser elemento de la Policía Ministerial del Estado (PME), además de que tenía en su poder una chamarra con los logotipos de la corporación, y un radio de comunicación con frecuencias que no fueron reveladas, también una pistola calibre .380 abastecida con siete cartuchos útiles.
Junto con Marcos Raúl, la uniformada detuvo a Silvia Angélica Coreaga Rojas, de 24 años de edad; Luis Ramírez Higinio, de 30, y Juan Carlos Lima Gómez, de 38, que al igual que el occiso se hicieron pasar como policías ministeriales y dijeron que “estaban realizando una investigación”, lo que nunca fue cierto.
Los cuatro sospechosos fueron ubicados en avenida 5 de Febrero, casi a la altura de la prolongación de la 27 Norte, de la unidad habitacional 5 de Febrero, cuando se encontraban a bordo de un vehículo tipo Chevy con placas TVK3296 de estado de Puebla, con vidrios polarizados desde donde vigilaban o esperaban a alguien, lo que llamó la atención de los vecinos.
Los sospechosos fueron presentados ante las autoridades correspondientes, sin que se conociera cuál fue el desenlace de su situación legal, aunque se dijo que Marcos Raúl Ruiz Oviedo andaba en “malos pasos”.