Amarrado con las manos hacia atrás, un hombre, empleado del salón social Luga, de la 11 Norte y bulevar Norte, logró escapar de cinco sujetos y una mujer que, a mano armada, se metieron al negocio para llevarse todo lo que encontraran de valor. Los delincuentes, al advertir que su víctima salió corriendo, decidieron escapar, no sin antes llevarse una laptop, un reproductor de sonido y ropa.
A las 18:30 horas del miércoles 16 de octubre, elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), de la unidad P-54, vieron correr por la 11 Norte a un hombre que llevaba las manos amarradas, de inmediato lo interceptaron y le preguntaron qué le había pasado, y éste les dijo que en esos momentos estaban robando en el salón social donde trabaja.
Los policías llegaron al negocio Luga, pero ya no estaban los delincuentes, por lo que se originó una inmediata movilización policíaca, aunque no encontraron a los delincuentes, por lo que tomaron la información del robo y le recomendaron que acudiera a denunciar ante el Ministerio Público.
El afectado narró que los desconocidos tocaron el timbre de la puerta del salón social, les preguntó qué era lo que querían y estos contestaron que alquilar el salón; cuando les abrió, lo amagaron con armas de fuego y lo amarraron con corbatas, mientras comenzaron a registrar el lugar.
El empleado se dio cuenta de que no lo habían amordazado bien y entonces pudo desatarse de los pies y salió corriendo para pedir ayuda. Los delincuentes escaparon.