Nuevamente la comunidad de San Antonio Cacalotepec, del municipio de San Andrés Cholula, fue mudo escenario de otro hecho del crimen organizado, luego de que, tras una breve persecución e intercambio de disparos entre presuntos asaltantes a transportes y elementos de la Policía Federal, fue localizado un punto donde estaban ocultos camiones del transporte con presunto reporte de robo, además de que uno de los sospechosos fue detenido.
Se dijo que pasadas las 7 horas del viernes 3 de enero, policías federales, vía satélite, ubicaron dónde se encontraba un tractocamión reportado como robado, por lo que acudieron al lugar y se encontraron con la presencia de un grupo de sujetos que sacaba, de un camión, paquetes de papel higiénico para meterlos a otro y que, al detectar su presencia, les dispararon y se dieron a la fuga.
En la inmediata respuesta de los federales fue detenido uno de los hombres que estaría custodiando la zona donde estaban las unidades robadas, además de que hallaron otro punto donde estaban vehículos de dudosa procedencia, por lo que también fueron asegurados.
Al lugar arribaron elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME), de la Municipal de San Andrés Cholula, además de personal del Ejercito mexicano, quienes rodearon toda el área de conflicto en espera del Ministerio Público para que se realizaran las respectivas investigaciones.


En Cacalotepec asesinaron
al líder de “Los Rojos”
En esta misma zona, pero el 16 de junio pasado, fue asesinado José Nava Romero, quien era el jefe del grupo delictivo denominado “Los Rojos”, utilizado por el cártel de los Beltrán Leyva para ejecuciones, “levantones” y enfrentamientos con miembros de otros cárteles rivales.
Nava Romero había organizado una pelea de gallos privada, en el salón social Santa María, ubicado en la avenida 24 de Febrero, y habría pagado 5 mil pesos al ayuntamiento de San Antonio Cacalotepec para que les dieran permiso, además de que para que la “celebración” el capo fallecido se había retirado a toda la Policía de la zona.
Antes de que terminara la pelea de gallos, dentro del salón social se registró una balacera donde fueron detonadas armas automáticas y rifles de asalto.
La Policía Ministerial detuvo a 10 sospechosos y la Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI), arraigó y consignó a varios de los implicados, sin que fuera difundida la información a los medios de comunicación locales y nacionales.