Dejando a un lado la parafernalia de las minifaldas eróticas y blusas escotadas, decenas de sexoservidoras hicieron una manifestación en pleno zócalo de la ciudad de Puebla. Y es que afirman ya no aguantan el acoso policiaco.

Enfundadas en pants, capuchas, y antifaces de carnaval, portando pancartas contra las autoridades municipales, aseguraron que los últimos operativos en el centro histórico con por el delito de trata de personas, “ya que ellas están por gusto y necesidad”.

Muchas de ellas provenientes de Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca, señalaron que no solo es el acoso de la Policía Municipal por el que están en contra, sino también por la violación de derechos humanos, al ser golpeadas durante las razias.

La mayoría de las manifestantes sexoservidoras no rebasan los 25 años, ni el 1.60 de estatura y en algunos casos hasta la cara de niñas no se podría ocultar con un antifaz, aunque todas aseguraron ser mayores de edad y ejercer sin lenones, solo por necesidad.

Por lo tanto, afirmaron que las autoridades se están extralimitando al ingresar a hoteles, sobre todo del centro histórico de Puebla, donde aseguran a nadie se obliga a ejercer la prostitución.

“Ahora trabajamos en la calle, porque ya no hay lugares adentro donde podamos trabajar, y los municipales tiro por viaje nos llevan, nos jalonean, nos corretean, es por eso que estamos haciendo la marcha”.

“Si se supone que no podemos estar en la calle, por qué cierran los lugares donde podíamos estar sin molestar a la gente en la vía pública”, dijo una de las manifestantes que operaba en la 14 Poniente.

Aunque aseguraron que no son extorsionadas por elementos policiacos o autoridades, señalaron que el acoso es constante y que llega a transgredir las garantías individuales, al aumentar los operativos desde hace dos años.

Por lo tanto pidieron que el ayuntamiento debería de analizar la instalación de una zona roja en Puebla, ya que la prostitución ha crecido en los últimos años. “Que nos den un lugar donde trabajar y no nos molesten”, dijeron otras manifestantes en entrevista.

“A veces acabamos de llegar y nos levantan, pues eso no va”, dijeron al señalar que las multas del juzgado calificador llegan hasta los 2 mil 800 pesos a pesar de que ejercen adentro de establecimientos como hoteles y no en las calles.