Siguiendo la pista del secuestro y desaparición de la estudiante de gastronomía Laura León Ortega, de 22 años de edad, desaparecida el pasado 24 de junio, la Dirección de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI) no solo esclareció su secuestro —que terminó en homicidio—, sino que además descubrió el crimen de otra mujer perpetrado por el mismo sujeto y otro más, que también fue detenido.

La DGADAI presentó ante medios de comunicación a Eduardo Limón Medina, quien también se hace pasar como “Gerardo Juárez Sánchez”, de 24 años de edad, albañil, originario y vecino de San Bernardino Tlaxcalancingo, de San Andrés Cholula, y a Cristian Quechol Díaz, de 22 años, empleado de una fábrica de cartón, con domicilio en San Pedro Tonanzintla, de San Andrés Cholula; ambos, presuntos responsables de la muerte, el primero como presunto responsable de la muerte de Laura León, y los dos por la muerte de Judith Cóatl Coaya, del que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) ni siquiera estaba enterada.

Las dos mujeres primero fueron privadas de la libertad para pedir rescate; sin embargo, ambas fueron asesinadas en forma violenta y después sepultadas en forma clandestina. La DGADAI detalló cómo ocurrieron los secuestros, pero se reservó los detalles de ambos asesinatos, ocurridos uno el 24 de junio y el primero el 20 de marzo pasado.

De los dos feminicidios se detalló que quien planeó y participó en ambos casos fue Eduardo Limón Medina, de oficio albañil, quien además tripulaba un vehículo Volkwagen Jetta, azul marino, con placas TXY-2898, reportado como robado y quien pudo ser identificado por ser pareja sentimental de la primera occisa; su declaración fue para ubicar a la segunda, que era su vecina.

De acuerdo a los informes de la DGADAI, tras la desaparición de Laura León, quien el 24 de junio salió a las 6:30 horas de su casa, en La Magdalena Acajete a bordo de su vehículo General Motors, tipo Chevy, placas XUN-8476 de Tlaxcala, sus familiares comenzaron a recibir mensajes de texto del celular de la víctima donde pedían la suma de 500 mil pesos de rescate a cambio de su liberación.

Los investigadores no detallan si ese dinero fue pagado, pero establecen que el 26 de junio intervinieron, tras la denuncia presentada por los familiares de la joven, dando entrada a la averiguación previa PGJP/DGICDS/AP/49/2014, interviniendo en las indagatorias agentes ministeriales y peritos e iniciando labores de rastreo y análisis de información.

Como ocurre en este tipo de casos, los primeros en ser investigados fue gente cercana a la joven mujer —en esos momentos desaparecida—, llegando a Eduardo Limón Medina, quien era su novio, por lo que checaron los listados de llamadas tanto de este sujeto como de la estudiante detectado que habían intercambiado comunicación cuando la joven había sido dada como desaparecida, además de que el sospechoso utilizó la tarjeta de débito de su víctima en dos gasolineras y un negocio de empeños, detectando a través de videos que había llegado a bordo del Volkswagen Jetta.

Con esta información los agentes ubicaron y presentaron ante el Ministerio Público el pasado 3 de julio a Eduardo Limón Medina cuando circulaba a bordo del Jetta azul marino, acompañado de Cristian Quechol Díaz; el reporte indicó que ambos intentaron darse a la fuga, sin embargo fueron presentados ante el Ministerio Público, por lo que el primero reveló el paradero de su novia secuestrada.

Eduardo Limón, quien al momento de ser ubicado dijo llamarse Gerardo Juárez Ortega, para no ser detenido, dijo que ese 24 de junio invitó a Laura León Ortega, su novia, a que se fueran a unas cabañas en Ixtenco, Tlaxcala, donde la asesinó enterrando su cuerpo cerca de esa cabaña e iniciando la negociación al día siguiente, aunque no se precisa si fue o no pagado el rescate.

Con esta información y con apoyo de la Unidad Antisecuestros del Estado de Tlaxcala fue ubicado el cuerpo sin vida de la joven secuestrada.

Con la misma declaración espontanea del detenido, éste confesó haber asesinado a Judith Cóatl Coaya, de 27 años de edad, vecina de San Bernardino Tlaxcalancingo.

El crimen ocurrió el pasado 20 de marzo.

A las 23 horas de ese día invitó a Judith a salir a un bar en San Andrés Cholula, aprovechando que la conocía porque eran vecinos; pasadas las tres horas del 21 fueron a buscar a Cristian Quechol Díaz, quien es amigo del detenido y a quien le propuso asesinar a Judith y después simular un secuestro y así lo hicieron.

Al cuerpo de su víctima lo metieron en un pozo de 20 metros de profundidad, en las inmediaciones de San Bernardino Tlaxcalancingo, luego iniciaron los preparativos para pedir rescate pero desistieron cuando los familiares de Judith lo fueron a ver a su casa, le dijeron que la joven había salido con él y prefirió no hacer nada.

Los restos de la joven mujer también fueron rescatados.

Se dijo que ambos sujetos en las próximas horas van a ser consignados por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de homicidio calificado y simulación de secuestro.