Cerca de las 10 horas del jueves elementos del grupo de granaderos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), se apostaron frente a las instalaciones de la presidencia municipal de Santa Isabel Tlanepantla, con la intención de recuperarla, luego que desde el pasado 20 de octubre permanece tomada. 

En esos momentos en la iglesia que se encuentra frente a la presidencia, se celebraba una misa con motivo de las fiestas patronales -en Tlanepantla es temporada de feria-.

Los asistentes a misa salieron de inmediato y fueron los primeros en enfrentarse con la Policía Estatal, además de otros que fueron llamados por los mismos pobladores.

Los cohetones que de manera inicial serian lanzados para la fiesta patronal fueron dirigidos a los uniformados, además de envases con gasolina, aunque ninguno de estos dañó a los policías.

Ya más acelerados los ánimos, un grupo de pobladores, cerca de 200,  se dirigieron a la casa de José Efraín García García, el presidente municipal. 

Al llegar a la casa particular del edil, los pobladores lograron ingresar y sacaron los muebles, que junto con un vehículo Jetta y una camioneta GMC tipo Acadia, también propiedad del alcalde, les prendieron fuego.

En la trifulca y el candor de los ánimos, los pobladores retuvieron a dos elementos de los uniformados. Uno de estos policías de más de 50 años de edad, comenzó a sentirse mal por lo que de inmediato entregaron a este uniformado a los paramédicos de la Cruz Roja.

Tras la valoración médica, se informó que este uniformado adulto sufrió un infarto por la impresión. Más tarde se dijo que ya había sido estabilizado y que su salud no estaba comprometida.

Se dijo que las instalaciones de la presidencia de Tlanepantla habían sido tomadas por habitantes que exigen la renuncia del edil, José Efraín García García, a quien acusan de cometer constantes actos de corrupción.

 


 

 

Advierte la PGJ que fincará responsabilidades a los responsables

A través de un comunicado de prensa, la Secretaría General de Gobierno confirmó que desde el pasado 20 de octubre. La versión oficial relata que “siete de los diez miembros del Cabildo, de manera arbitraria, cerraron las instalaciones de la presidencia municipal, en perjuicio de la prestación de los servicios para la población”.

En el documento también se asegura que los regidores inconformes fueron convocados por la Subsecretaría de Gobierno; en esa ocasión informaron que el Presidente Municipal, José Efraín García García, tenía malos manejos en su administración.

“Derivado de lo anterior se mantuvieron diferentes reuniones de diálogo con ambas partes para encontrar una solución al conflicto planteado y con el propósito de corroborar lo dicho por este grupo de regidores, la SGG solicitó al H. Congreso, a través de la Auditoría Superior del Estado, la posibilidad de realizar una revisión integral a la administración municipal”.

“Con ese propósito, este día acudieron al municipio dos auditores, acompañados de un notario, un representante de Derechos Humanos y un representante del Consejo Ciudadano de Seguridad, acompañados por miembros de Seguridad Pública Estatal, a fin de darles las facilidades para el cumplimiento de esta demanda. Sin embargo, un grupo de habitantes, encabezados por la familia Morón, azuzaron a la población para impedir el cumplimiento de la diligencia”.

“En ese contexto, se solicitó la presencia de la policía estatal y lamentablemente los pobladores, al haber sido manipulados, actuaron de manera agresiva en contra de las autoridades. Conocedora de estos hechos la Procuraduría General de Justicia inició las investigaciones pertinentes, para fincar responsabilidades a quienes provocaron las agresiones físicas y materiales”.

Para finalizar la dependencia encargada de la gobernabilidad interna de Puebla aseguró que se mantiene “abierta la posibilidad de encontrar una solución negociada en este conflicto, conforme a la legalidad”.