Se llamaba Anaí Vargas Pérez, tenía 24 años de edad y era madre soltera, la mujer que la tarde del viernes 19 de agosto, fue hallada sin vida en una de las laterales del kilometro 138 de la carretera federal México-Tuxpan, en el tramo conocido como Venta Grande, del municipio de Huauchinango.

Cuando Anaí fue hallada, tenia puesto un pantalón de mezclilla y una blusa de color azul y se apreciaban huellas de surcos en el cuello, como si hubiera sido arrastrada, además de que fue degollada. Pero hay más.

La necropsia que le fue practicada por el médico legista indica que fue violada en varias ocasiones y probablemente por distintos sujetos.

Los surcos en el cuello se los hicieron con un lazo de nailon, después la asesinaron.

La hoy occisa salió de su casa, en la comunidad de Venta Quemada, del municipio de Acaxochitlán Higalgo, como no regresó sus familiares comenzaron a buscarla hasta que se enteraron que en Huauchinango había aparecido una mujer sin vida.

Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) carece de pistas para poder encontrar a los asesinos de esta mujer.

Venta Grande, zona de alto riesgo.

El pasado 13 de agosto, fue internado de urgencia en el Hospital General de Huauchinango, José Ignacio González Longinos, de 24 años de edad, luego de haber resultado herido de un balazo en la cabeza cuando se encontraba en la población de Venta Grande.

González Longinos, días después, fue trasladado al Hospital Rafael Moreno Valle, de la ciudad de Puebla, falleciendo durante la noche del martes pasado, de acuerdo a la Carpeta de Investigación 2485/2016/ZONA CENTRO.

Tampoco se conoce la identidad del responsable.