Se trató de una venganza la tarde del viernes 9 de abril, Anabel, de 35 años, asesinó a dos de sus hijos (Liliana y Julio de 3 y 9 años), y antes de quitarle la vida a sus otros niños de 6 y 11 años, respectivamente, decidió llamar a la policía y entregarse.
Fue así como la Policía Municipal de Chignahuapan tomó conocimiento de lo ocurrido en una casa abandonada, ubicada en el barrio de Ixtlahuaca, en el Embarcadero, donde se reportó un doble crimen contra dos menores de edad.
Anabel, al parecer por arrepentimiento, intentó quitarse la vida, pero la cuerda que se amarró al cuello y al otro extremo a una viga, no soportó su peso y se rompió, por lo que los uniformados la hallaron con vida, en medio de una crisis nerviosa.
El primer reporte de policía indicó que esta mujer, quien es originaria de Chimalhuacán, Estado de México, había discutido con su marido y habría decidido asesinar a los cuatro hijos de ambos, por lo que los llevó a la casa abandonada, donde ahorcó a dos de ellos.
Paramédicos de la Cruz Roja intentaron reanimar a los menores, pero reportaron que ya no tenían signos vitales; la presunta homicida también recibió atención médica.
La Fiscalía General del Estado (FGE) se hizo cargo de las investigaciones del doble crimen y levantó los cuerpos de los los menores para que fueran llevados al Servicio Medico Forense (Semefo), en tanto que esta mujer fue detenida.