Fueron sentenciados a 28 años de prisión finalmente los dos victimarios de Felipe Carpinteyro, quienes lo dejaron lesionado al balacearlo en un asalto hace más de dos años.

El juez condenó a ambos delincuentes por tentativa de homicidio a 23 años 4 meses; robó en su simplicidad, 3 años, 7 meses y 15 días y por la agravante un año 9 meses.

“Ya estoy tranquilo, cierro este amargo ciclo de mi vida”, dijo en entrevista, al indicar que aún espera la reparación del daño, el que sea la cantidad que sea nunca se va a reparar.

“Un médico me dijo, tu estás condenado a padecer de tu salud de por vida”, añadió al recordar por ejemplo que apenas gastó 10 mil 800 pesos en inyecciones. “Son gastos que de por vida voy a tener que hacer”, sostuvo.

“Me siento tranquilo, contento, gracias a Dios tuve una buena abogada de oficio, un ministerio público muy atento y un juez muy bueno. A veces cuesta trabajo confiar en la justicia, pero hoy me di cuenta que existe aún, pero hay que seguir alzando la voz”, dijo en la entrevista al reconocer el trabajo del Poder Judicial.

Aquel intento de asalto lo llevó a estar postrado a una silla de ruedas. La vida de Carpy, como es llamado cariñosamente, cambió drásticamente cuando fue lesionado por tres disparos en un asalto cuando salía del banco en 2022, por los ahora sentenciados. 

Apenas en septiembre pasado fue aprobada la llamada “Ley Carpy” que lleva su nombre, la que otorga protección a las víctimas de un delito en el estado de Puebla.

La reforma es para que estas víctimas reciban la atención médica que requieran de forma gratuita y permanente.

Contrariamente es un apoyo al que Felipe “Carpy” no podrá acceder, pues tiene que vender diversos artículos como galletas para sobrevivir. 

Frente a frente

Hace unos días, Felipe Carpinteyro Aguilar” Carpy”, sin poder mirarlos a los ojos, pero con lágrimas y todavía algo de rencor, encaró a sus presuntos victimarios, tras dos años de que lo dejaron con lesiones graves en silla de ruedas.

Hace unos días acudió a la penúltima audiencia, en la que rompió en llanto al revivir esos momentos amargos e inclusive en orar por sus agresores.

“No pude ni mirarlos a los ojos, porque estoy trabajando en el proceso del perdón, es un suceso que aún me duele recordar”, recordó.

“De repente sentía el odio, el coraje y de repente también la tristeza de estar allí postrado en una silla de ruedas”, dijo al explicar que evitaba ver a sus victimarios para evitar el reto de las miradas.

“Me tocó llorar, me permitió sacar todos mis sentimientos, cuando me preguntaron exactamente como pasaron los hechos. Pues lloré”, relató.

“Agradecí en su momento que ya fuera para mí la parte final del proceso. Más de dos años de proceso judicial, mejor ya sacar todo esto y ya nos seguimos”, comentó.

“Fueron dos años que aparte de sacar fuerzas para mi recuperación, tengo que sacar fuerzas para seguir un proceso judicial que es muy desgastante y difícil.

“Ya hice mi parte como ciudadano de denunciar y seguir el proceso, ahora depende del Poder Judicial y del juez el que evalúen y dicten sentencia”, sostuvo.

“Muchas veces he llorado, muchas veces he pensado que es mejor no vivir porque me he sentido una carga para mi familia, pero estoy trabajando en eso”, dijo al referir lo que ha pasado en dos años.

“Todos los días oro para que Dios me permita perdonarlos algún día y que ellos encuentren la paz que necesita su alma.

“Es difícil aceptarlo, pero perdonar o intentar perdonar a una persona es difícil, pero tampoco quiero guardar rencores hacia ellos, si mis oraciones sirven para que sus vidas cambien o se acerquen al lado bueno de la vida, estaré supercontento, aunque mucha a veces salen peor de la cárcel, espero que ellos salgan mejor”, dijo finalmente con el corazón.

El asalto

El 1 junio de 2022, Felipe Carpinteyro estuvo en las puertas de la muerte, tras ser baleado tras retirar dinero a una sucursal bancaria en la colonia Xilotzingo.  

Después, sus agresores fueron capturados y se supo que formaban parte de la banda de “Los Cuasi”, en Puebla. 

El joven, de ahora 33 años de edad, recibió tres balazos que le dañaron un riñón, parte de un pulmón y diafragma, además de perder la movilidad de la cintura hacia abajo. 

Para una de las operaciones pidieron 100 mil pesos, cantidad muy fuerte que no contaban los familiares, por lo que tuvieron que pedir prestado en distintos lugares. 

Posteriormente empezaron a surgir más gastos, debido a que al no poder moverse por estar conectado a mangueras y aparatos, le empezaron a surgir ulceras, para lo cual se tenia que gastar en medicamentos. 

Para ello, dispone de la cuenta bancaria de cheques 0866724775 de Banorte, a nombre de Felipe Carpinteyro, o bien, puedes contactarlo vía Facebook como Felipe Carpy y a través de correo electrónico [email protected]