Poco más de un año después de que el volcán islandés Eyjafjallajökull colapsara el tráfico internacional, provocando el mayor caos aéreo en Europa, otro volcán también islandés, y también de nombre impronunciable: el Grímsvótn mantiene en vilo a millones de pasajeros europeos que observan cómo la amenaza - en forma de nube de cenizas- avanza hacia el continente.
Doscientos cincuenta y dos vuelos fueron cancelados este martes en Escocia e Irlanda del Norte por el paso de la nube de cenizas provocada por la erupción del volcán islandes Grímsvötn, anunció Eurocontrol.
"La nube ha llegado a Escocia e Irlanda del Norte y las líneas aéreas han decidido no volar en las áreas con alta densidad de ceniza", dijo Brian Flynn, director ejecutivo de la organización europea de seguridad para la aviación. "La nube debe llegar al final del día en el sur de Escandinavia, Dinamarca y partes del norte de Alemania", añadió. "A continuación, debe continuar hacia el sur y llegar a Francia y España, pero es difícil decir cuándo", añadió.
Se han creado tres zonas - azul, gris y roja - para evitar la parálisis del cielo europeo después de la erupción en Islandia en abril de 2010. Anteriormente, la medida de seguridad impuesta era cierre del espacio aéreo del país cuando era alcanzado por la nube de cenizas.
Escocia se ha colocado en la zona roja e Irlanda en la azul. Fuera de Escocia, los aeropuertos del Reino Unido estan operando con normalidad. La autoridad de aviación civil en Irlanda, por su parte, ha anunciado que el espacio aéreo está abierta.
El operador de aeropuertos noruegos Avinor ha indicado que las cenizas han llegado esta mañana al sur-oeste de Noruega, pero sólo ha provocado alteraciones menores en el tráfico aéreo. El volcán Grímsvötn, el más activo de Islandia, ha sufrido este sábado su erupción más violenta en un siglo, acompañada de una enorme columna de humo.