Un grupo de aproximadamente 200 pensionados japoneses, todos ellos con edades que superan los 60 años, se han ofrecido voluntariamente para limpiar el desastre nuclear que asola la zona de Fukushima, en Japón, tras el desastre en la central nuclear que fue devastada por el terremoto de marzo de este año.

La idea de los ingenieros retirados, entre otros profesionistas incluidos maestros y cocineros, es evitar que los trabajadores jóvenes se vean expuestos a altas radiaciones que en el futuro pueden desarrollar enfermedades cancerígenas.

El ex profesor de primaria Michio Ito no se ve a si mismo con un kamikaze, como ciertos sectores de la prensa los han catalogado, si no como la voluntad del pueblo japonés: "Yo no creo que sea particularmente especial. La mayoría de los japoneses tiene este sentimiento en su corazón, la pregunta es si tomarás un paso adelante o te quedarás atrás solo a ver"

Yasuteru Yamada, ingeniero retirado de 72 años y coordinador general de este movimiento, ve sus acciones con lógica: "Tengo 72 años, y en promedio unos 13 o 15 años para vivir. Si llegásemos a estar expuestos a la radiación esta tardaría unos 20 0 30 años en desarrollarse. Por lo tanto nosotros los viejos tenemos menos probabilidades de morir de cancer"

Mientras tanto el gobierno japonés ha expresado enorme gratitud por este ofrecimiento, pero se muestra cauteloso sobre la decisión de aceptar o no la propuesta de estos héroes modernos.