La ley, aprobada por 111 votos, una de las más altas en la historia de legislación de la Asamblea, crea espacios cien por ciento libres de humo de tabaco.
Además, prohíbe fumar o mantener encendidos productos de tabaco en espacios cerrados de las instituciones públicas, lugares de trabajo y de atención y acceso al público, de manera específica dependencias de salud y educación públicas o privadas.
La prohibición alcanza también a los medios de transporte público y los ambientes públicos y privados cerrados, destinados a actividades deportivas.
La ley exceptúa los espacios abiertos de los establecimientos de educación superior debidamente señalizados.
Prohíbe la venta de tabaco en centros de cuidado infantil, educación, salud, farmacias, escenarios de deporte y espectáculos deportivos, artísticos y culturales; instituciones y espacios públicos y privados de recreación de niños, niñas y adolescentes.
Establece multas de una a cinco remuneraciones básicas unificadas del trabajador privado general para las instituciones o locales que incumplan la Ley y de 10, en caso de reincidencia.
La ley, cuyo texto será enviado al presidente Rafael Correa para su aprobación, deja abierta la posibilidad de que los 70 mil vendedores de quiosco expendan el producto por unidades.
El presidente Correa también planea fijar un tributo a los tabacos por la vía de un impuesto a los consumos especiales (ICE) de siete centavos de dólar por unidad de cigarrillo este año, cifra que se elevará a 7.5 centavos en 2012 y a ocho centavos, en 2013.
La medida forma parte de un paquete de tributos “verdes” que afectará también al consumo de licores, a los autos de alto consumo de gasolina y a los usuarios de electricidad de estratos económicos elevados.
Esta víspera, el ministro de Salud de Ecuador, David Chiriboga, al defender el impuesto al consumo de tabaco, destacó que éste es causa de cuatro mil muertes anuales en Ecuador, que equivalen a 11 muertes diarias provocadas por el tabaco.
Agregó que si se logra prevenir el consumo del tabaco antes de los 18 años se evitará que las personas fumen luego, ya que el 90 por ciento de los fumadores desarrollan su adicción antes de cumplir esta edad.
Remarcó que el producto de los impuestos a cigarrillos y licores irá a salud pública, la que en 2011 recibe mil 400 millones de dólares, cifra que está debajo del seis por ciento del PIB, usual en países con sistema de salud universal.
Según Chiriboga, la recaudación de impuestos a los cigarrillos alcanzó 118.5 millones de dólares en 2009, mientras el gasto total del Estado para atender enfermedades causadas por el tabaco, de manera directa o indirecta, se estimó en 360 millones de dólares.