Micheletti, quien testificó vía teleconferencia en una audiencia de un subcomité del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, sostuvo que Zelaya es un “empleado” de Chávez y de los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA).
“Estamos preocupados... y sabemos que Hugo Chávez tiene influencia y poder en este país (Honduras)”, dijo ante el panel que dirige el Republicano Connie Mack, quien fuera gobernante de facto durante siete meses después del golpe militar contra el entonces presidente Zelaya.
Aunque la audiencia estaba dedicada a analizar la revocación de visas estadunidenses a Michelleti y otros hondureños a raíz del golpe militar, aquél aprovechó para defender sus acciones, acusó a Zelaya de un “comportamiento ilegal” y a la Organización de Estados Americanos (OEA) de cometer un crimen.
La administración (del presidente Barack) Obama revocó la visa de Micheletti y de 14 magistrados de la Suprema Corte de Justicia desde hace casi dos años.
Durante la audiencia, Mack pidió la restitución de la visa de Micheletti y denunció que el Departamento de Estado hizo lo posible para evitar la realización de la audiencia, negando permiso para que Micheletti participara en la teleconferencia desde la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.
“Es vergonzoso”, dijo Mack. “En Honduras no hubo un golpe. (Los hondureños) pelearon por su libertad”.
Pero el demócrata de más alto rango, Elliot Engel, sostuvo que el Congreso debe centrarse el apoyar a Honduras en temas como la economía y los derechos humanos, en lugar de enfocarse en eventos del pasado o en temas estrechos como el visado de ciertos hondureños.