Los soldados españoles heridos en un atentado cercano a la localidad afgana de Ludina y el intérprete civil que les acompañaba llegarán esta tarde a España, probablemente a la base aérea de Torrejón de Ardoz, según informaron fuentes de Defensa. En estos momentos están siendo trasladados en un avión con todos los implementos hospitalarios desde el hospital de Herat gestionado por las tropas españolas en el noroeste de Afganistán. A su llegada a Madrid serán inmediatamente trasladados al hospital militar Gómez Ulla.

Los dos heridos más graves y que perdieron una pierna -el teniente Agustín Gras Baeza (1982, Melilla) y la soldado J. G. L. (1986, Talavera de la Reina)- se encuentra en situación estable.

La investigación iniciada para determinar el modo de trabajo del ataque sufrido por el convoy de ocho vehículos -6 Lince y dos RG-31- prosigue su curso. Fuentes militares revelaron que el explosivo, debida cuenta el cráter que provocó, tendría una carga aproximada de entre 15 y 20 kilos de explosivos, llegando a cuadruplicar la carga que venían utilizando los talibanes contra las tropas de la OTAN en los artefactos explosivos improvisados.

Por otra parte, el PP presentará esta tarde una propuesta en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para que se conceda la cruz con distintivo rojo a los militares que resultaron heridos el pasado sábado por una explosión cuando viajaban en el tercer vehículo del convoy atacado, un Lince. Así lo afirmó el secretario de la Comisión de Exteriores y vocal de la de Defensa, Antonio Gutiérrez, quien ha informado de que la propuesta se presentará con motivo de las reuniones que se celebrarán tarde para autorizar la prórroga de la presencia española en Libia.

“Yo sé que esta petición tiene dificultades para salir adelante, puesto que el Gobierno considera que las acciones de Afganistán son actuaciones terroristas y, por lo tanto, no se entra en la reglamentación de concesión de distinciones por acción de guerra», manifestó el diputado del PP por Melilla quien destacó la necesidad de cambiar la situación ante la reiteración de atentados terroristas, término que ha considerado que es usado porque es “políticamente correcto”.