El programa económico, al que está supeditado el pago del quinto tramo del préstamo europeo al país helénico, será votado entre este martes y miércoles en la Asamblea nacional, en medio de una huelga general de 48 horas convocada por los sindicatos.
“Necesitamos que el parlamento griego redoble los esfuerzos para aprobar las reformas adicionales necesarias. La situación es difícil, pero no imposible”, insistió el presiente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ante el pleno del Parlamento Europeo en Bruselas.
Durao Barroso señaló que la reforma propuesta por el gobierno de Atenas, pactada con sus socios de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tiene “un fuerte propósito social”.
“No nos entusiasmamos con cambios difíciles, pero tenemos que recordar que cada euro gastado en la revisión de la deuda es un euro que no puede ser invertido en hospitales y escuelas”, sostuvo.
Durao Barroso también defendió la necesidad de consolidación fiscal y reformas estructurales para llevar a Grecia de vuelta al camino del crecimiento.
“Mejorar la competitividad es la clave para la prosperidad del país a largo plazo”, abogó.
En la misma línea se pronunció el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para quien la adopción de leyes “clave” sobre la estrategia fiscal es de “absoluta importancia” para Grecia.
Mientras, este martes se registró una ola de protestas en varias ciudades de Grecia, cuyos manifestantes gritaban “el proyecto de ley no pasará” ,"alto a las medidas de miseria social” y “ya basta. No podemos más".
La Asamblea Nacional comenzó el lunes el debate del nuevo plan de austeridad presentado por el primer ministro de Grecia, Giorgios Papandreou, que busca recaudar 110 mil millones de dólares al 2015 con nuevos impuestos, privatizaciones, recortes de sueldos y pensiones.
Las nuevas medidas de austeridad están condicionadas a la partida de 12 mil millones de euros del préstamo concedido a Grecia por la UE y el FMI.