Las máximas autoridades de la Unión Europea (UE) celebraron la probación hoy por Grecia del nuevo paquete de recorte de gastos y privatizaciones, al que condicionaron la concesión de nueva ayuda al país helénico al borde de la bancarrota.
En un comunicado conjunto, los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, consideraron que el voto positivo de los legisladores en el Parlamento griego fue “un voto de responsabilidad nacional”.
Para los líderes europeos, la aprobación del paquete supone un “importante paso para avanzar en el necesario camino de la consolidación fiscal y de reformas estructurales que visan el crecimiento” y para evitar el “muy grave” escenario de una moratoria.
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, confió por su parte en que las nuevas medidas “ayudarán a restaurar la credibilidad financiera de Grecia y a llevar su déficit presupuestario y deuda pública hacia el camino de la sostenibilidad”.
“Hace falta reformas estructurales serias, especialmente respecto a la edad de jubilación, otras reformas laborales y privatizaciones”, abogó el eurodiputado polaco.
Buzek señaló que el voto de este miércoles será visto en el futuro como “un momento decisivo para Grecia y la zona del euro”.
Tras el voto de este día, los presidentes de las tres instituciones europeas ahora urgieron al Parlamento de Grecia a aprobar la implementación del paquete, que irá a votación en sesión plenaria mañana jueves.
Durao Barroso y Van Rompuy recordaron que “un segundo voto positivo abrirá camino para la liberación del próximo tramo de la ayuda financiera” concedida a Grecia por la UE y el FMI en mayo de 2010.
“También permitirá que se trabaje rápidamente en un segundo paquete de ayuda financiera, que permitirá al país seguir adelante y restaurará la esperanza del pueblo griego”, aseguraron.
El Parlamento de Grecia aprobó el plan de austeridad, pese a una huelga general de 48 horas y disturbios en las afueras del recinto parlamentario, donde la policía dispersó a miles de manifestantes que protestaban en contra de los recortes sociales.
El paquete de austeridad prevé un ahorro de más de 28 mil millones de euros (40 mil millones de dólares) en el periodo 2012-2015, y 50 mil millones de euros (72 mil millones de dólares) por privatizaciones, entre otras medidas.