Schäuble señaló que el compromiso adquirido por el sector financiero asciende a unos 3.200 millones de euros, que corresponde a gran parte de la deuda estatal griega en manos de la banca y las aseguradoras alemanas que vence antes de 2014.
Asimismo agregó que las instituciones financieras privadas germanas poseen en total unos 10.000 millones de euros en bonos públicos griegos, pero que el 55 % de estos tienen un período de vencimiento más allá de 2020.
El titular de Finanzas alemán aprovechó su intervención ante los medios para recordar que para el Ejecutivo federal era una cuestión de justicia y responsabilidad que el sector privado asumiera su responsabilidad y participase en el segundo rescate griego.
A su juicio, la inclusión de los bancos y las aseguradoras europeas “ayuda a la estabilidad” del conjunto de la eurozona y la divisa común.
La rueda de prensa tuvo lugar poco después de concluir la «ronda de cierre» de una serie de contactos entre el ministerio de Finanzas y los principales banqueros alemanes para acordar el formato en el que el sector privado iba a participar en el nuevo programa de ayudas a Atenas.
En representación del sector financiero germano, el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, calificó de positivo el paso dado ayer por el Parlamento griego, exigió continuidad en las medidas de ajuste de las autoridades helenas y aseguró que Grecia puede contar con la “solidaridad” de los bancos y aseguradoras germanos.
Alemania había abogado desde hacía meses porque la banca participase en el mecanismo de rescate europeo de forma “sustancial” pero “voluntaria”, de tal forma que se aliviase la presión sobre las cuentas públicas de los miembros de la eurozona sin lastrar la calificación de las instituciones financieros.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y el sector financiero galo acordaron ya esta semana cómo se involucrarán los bancos y aseguradoras franceses en el nuevo paquete de rescate para el país heleno