Al menos 11 personas murieron hoy en Siria, cuando las fuerzas de seguridad intentaron dispersar las masivas protestas registradas a través del país para exigir la dimisión del presidente Bashar Al-Assad.

Aunque las manifestaciones antigobierno se desarrollan de manera constante desde que iniciaron a mediados de marzo pasado, la jornada de protestas de este viernes registró una participación sin precedentes pese a la represión militar, afirmaron activistas.

Al concluir las oraciones musulmanas del mediodía, miles de manifestantes tomaron las calles de las principales ciudades del país esta tarde para invitar a Al-Assad “a irse” y reiterar su demanda de reformas políticas, democracia y libertad.

Los comités locales de coordinación, una red de activistas que coordinan las movilizaciones, informaron que de nueva cuenta las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos y balas para dispersar a los manifestantes.

Según los activistas, citados en un reporte de la cadena de noticias Al Yazira, al menos cinco manifestantes fueron abatidos en la central ciudad de Homs, tres en la norteña provincia de Idlib, dos en los suburbios de la capital Damasco y uno más en la ciudad de Latakia.

La mayor concentración de manifestantes antiAssad tuvo lugar en la ciudad de Hama, donde se reunieron al menos unas 200 mil personas, aunque la estimación habría aumentado a 300 mil al avanzar la tarde.

Testigos señalaron que no hubo presencia policial visible en Hama, salvo los puntos de control de seguridad en los accesos a la ciudad, donde la oposición al régimen tiene raíces profundas.

Durante el gobierno del presidente Hafez Al-Assad, en 1982, el ejército entró en Hama para sofocar una rebelión de la Fraternidad Musulmana, dejando unos 20 mil muertos al salir.

Los activistas indicaron además que unas 30 mil personas se congregaron en Deir Al-Zour, al este del país, y que una demostración similar tuvo lugar en Ain al-Arab, una ciudad de mayoría kurda en el norte de Siria.

El Observatorio sirio para los Derechos Humanos, grupo independiente con sede en Londres, informó que al menos tres personas murieron durante la noche, cuando tanques del ejército irrumpieron en varias aldeas cercanas a la frontera con Turquía.

Mientras se registraba la jornada de protestas contra el régimen de Al-Assad, la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton afirmó que el tiempo se acababa para el gobierno sirio, al participar en una conferencia sobre democracia en Lituania.

La jefa de la diplomacia de Estados Unidos apostó por que el gobierno sirio de paso a una transición genuina hacia la democracia.

El gobierno de Al-Assad está bajo una amenaza seria debido a las protestas, por lo que ha intentado sofocarlas argumentando que se trata de criminales que buscan llevar el país al caos. Represión que se ha cobrado más de mil 400 vidas.

NTX/VRR/FJ/