“Tristane Banon presentará una denuncia el martes en París por intento de violación", ha explicado el letrado en una entrevista a L'Express, subrayando que su cliente "ha sufrido realmente de lo que acusa a Strauss-Kahn, eso significa que el derecho, en su calidad de víctima, está abierto" y de ahí el que vaya a exigir "su reparación ante la justicia francesa".
Estos hechos no constituyen una agresión sexual sino un intento de violación, por el cual el plazo de prescripción es de diez años", ha subrayado el abogado, asegurando que "lo que está pasando en Estados Unidos no nos afecta". "Si el acta de acusación contra Strauss-Kahn está vacía, la nuestra no lo está, es muy sólida y sustentada", ha dicho.
Strauss-Kahn fue detenido el pasado 14 de mayo en Nueva York tras haber sido denunciado por agresión sexual y violación por una empleada del hotel en el que se había alojado. El viernes pasado, el juez encargado del caso dictaminó su puesta en libertad sin fianza --estaba bajo arresto domiciliario--, después de que los fiscales admitieran que la demandante había mentido en algunos puntos del caso, que podría finalmente desestimarse.
Según ha explicado el abogado, los hechos se remontan a febrero de 2003, cuando Banon, de 32 años, realizaba una entrevista a Strauss-Kahn "por necesidades de un libro".
Koubbi ha insistido en que no ha tenido contactos con "nadie de la derecha" en Francia --Strauss-Kahn era el favorito para ser el candidato socialista a la presidencia en 2012-- ni estar "a sueldo de nadie". Según afirma, él y su cliente habían tomado la decisión de presentar finalmente la denuncia antes de los últimos acontecimientos en Estados Unidos, "desde mediados de junio".
"Me he tomado el tiempo necesario porque no quería ser instrumentalizado por la justicia estadounidense", ha explicado, expresando su deseo de que la palabra de su cliente no se vincule a la de la demandante en Estados Unidos, una inmigrante guineana, que "aunque haya mentido sobre algunos aspectos, no quiere decir que no haya sido violada".
Cuando se produjeron los hechos, la joven escritora fue disuadida por su madre, una dirigente socialista, para que no presentara una denuncia contra Strauss-Kahn.