La estatua, de 2,5 metros de altura, fue localizada el pasado enero en la localidad de Ostia, próxima a Roma, por la Guardia de Finanzas italiana durante un control, cuando estaba a punto de ser cargada en un contenedor para ser transportada al extranjero.
La pieza, que se encuentra fragmentada en varias piezas, provenía de una excavación ilegal en una zona del municipio de Nemi, en la provincia de Roma, en la que no se tenía constancia del paso de Calígula, informó el Ministerio de Cultura italiano en un comunicado.
La estatua, que tras ser restaurada pasará a ser expuesta en un museo de Nemi, muestra a quien fuera emperador de Roma desde el 37 al 41 d.C. sentado en un trono al estilo Zeus y luce en el pie izquierdo el típico calzado de los legionarios, la «caliga», que había utilizado desde la infancia, lo que le valió el apelativo por el que pasó a la Historia.
Los dos supuestos responsables de esa excavación ilegal han sido ya puestos a disposición judicial por una posible violación de investigaciones arqueológicas y posesión ilícita de bienes culturales pertenecientes al Estado. El descubrimiento de esta estatua ha permitido a las autoridades italianas llevar a cabo una excavación «de urgencia» en la misma zona donde fue encontrada, lo que les ha llevado a descubrir los restos de un complejo termal de la época imperial romana y unas 250 piezas de interés histórico arqueológico.