"No tenemos mucho tiempo. Es hora de moverse", afirmó Geithner a la salida de su reunión con senadores demócratas y pocas horas antes de que retomen las negociaciones en la Casa Blanca los líderes de los dos principales partidos de Estados Unidos.
El tope de deuda pública, de 14,29 billones de dólares, se alcanzó el pasado 16 de mayo pero el Tesoro adoptó "medidas de emergencia" que prorrogaron la fecha hasta el 2 de agosto próximo.
Congresistas demócratas y republicanos están enfrascados en negociaciones, encabezadas ahora por el presidente estadounidense, Barack Obama, para reducir el déficit, elevar el techo de endeudamiento y evitar así que EU suspenda pagos.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, urgió este jueves al Congreso a que apruebe un incremento del empréstito nacional y evite que EU incurra en una suspensión de pagos de efectos "caóticos" a escala mundial.
Durante la segunda jornada de su informe semestral sobre política monetaria, Bernanke enfatizó ante el Comité de Banca del Senado que "la calificación de crédito es un símbolo de una reputación muy importante para Estados Unidos".
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó hoy que ambos partidos están de acuerdo en recortar el gasto en 1,5 billones de dólares, tras varias semanas de conversaciones.
Sin embargo, la subida de impuestos se ha convertido en el gran obstáculo ya que los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes, se han opuesto a esa propuesta, mientras que los demócratas apoyan un plan más equilibrado.
Los líderes demócratas y republicanos en el Congreso tienen previsto reunirse de nuevo hoy en la Casa Blanca, junto con Obama y Geithner, para reanudar las negociaciones.
Obama ha comenzado a mostrar signos de impaciencia ante el punto muerto en el que están las negociaciones, mientras la agencia Moody's anunció el miércoles que sometía a revisión la calificación de la deuda de EU para una posible degradación ante la posibilidad de que el Congreso no eleve la capacidad de endeudamiento.