El gobierno de Colombia pidió hoy a su similar de China reconsiderar la pena de muerte que le fue impuesta al ciudadano colombiano Harold Carrillo Sánchez por tráfico de drogas.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que la Constitución colombiana "no contempla la pena de muerte por la comisión de un delito" y, en consecuencia, nunca la aceptará para sus connacionales.
Aseguró que, desde que fue informado del caso, Colombia realiza gestiones ante el gobierno de la República Popular China "con el fin de que las autoridades competentes reconsideren" la medida contra el detenido.
La nota oficial se conoció horas después que familiares de Carrillo Sánchez pidieran la ayuda del gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
El colombiano, de 45 años de edad, fue condenado por transportar tres kilogramos de cocaína en territorio chino, por lo que su esposa, Luz Farid Celis, demandó clemencia ante la posibilidad que su compañero sea ejecutado.
La cancillería informó este jueves que a través del consulado de Colombia en Beijing "ha estado en contacto con las autoridades chinas y con familiares de Carrillo Sánchez desde que fue notificada su detención" por ese país, en abril de 2010.
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