“Tengo fe, físicamente estoy preparado y espiritualmente mucho mejor, insuperablemente preparado para empezar esta segunda etapa (de la quimioterapia)”, precisó el jefe del Estado en un contacto telefónico con la estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Chávez precisó que su equipo de galenos evalúa la posibilidad de aplicar la segunda fase de la quimioterapia en La Habana o Caracas, y que la decisión dependerá del resultado de los exámenes médicos.
Enfatizó que sigue un tratamiento riguroso y aumentó de peso en los últimos días, luego de haber perdido casi 20 kilogramos después de la operación a la que fue sometido en Cuba para extraerle un tumor canceroso en junio pasado. “Estoy acercándome a los 86 kilogramos”, detalló.
El mandatario ratificó que la unidad de las organizaciones políticas y sociales es fundamental para lograr una nueva hegemonía, horizonte en el que se inscriben el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Partido Comunista de Venezuela (PCV).
Llamó a estar atento ante “algún plan bien elaborado por las fuerzas imperiales, por la burguesía, que pueda calentarle la oreja a alguien y utilizarlo para un hecho puntual y aspirar a que se incendie Venezuela”.
Chávez puso como ejemplo de prácticas desestabilizadoras lo que ocurre actualmente en países como Libia y Siria, donde grupos pro imperiales generaron situaciones de violencia para promover la caída de sus gobiernos.
Relató que hace meses estuvo en Damasco, capital siria, y pudo observar que “esas eran unas calles llenas de hermosura, de paz. Nadie pensaba lo que por debajo estaba preparando el imperio”.
“Aquí entonces no podemos descuidarnos”, agregó Chávez, quien reiteró su confianza en el pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Tras afirmar que “hay militares retirados que andan por allí, de los golpistas”, financiados por Estados Unidos, advirtió “que no se les ocurra (ejecutar sus planes). Primero por la paz de Venezuela, segundo porque la respuesta nuestra sería sumamente firme”.
NTX/RRV/OS/DAS/TIEMPO09/