El volcán Etna, localizado en Sicilia, ha entrado esta madrugada en erupción por segunda vez en la última semana, dejando imágenes de ríos de lava que han atraído la atención de lugareños y turistas que pasan sus vacaciones de verano en la isla italiana.
La actividad eruptiva del Etna, la montaña más alta de Italia al sur de la cordillera de los Alpes con 3.322 metros de altura, tuvo su momento álgido en torno a las 22.00 GMT del viernes.
La erupción tuvo lugar, como viene siendo habitual en las últimas ocasiones, en un cráter muy activo del sureste del volcán, extendiendo sus ríos de lava por la ladera del Valle del Bove, una zona desértica.
La expulsión de lava vino acompañada por una nube de cenizas que cubrió las poblaciones cercanas y obligó a cerrar el aeropuerto siciliano de Catania desde la medianoche y hasta las 07.00 de este sábado (05.00 GMT), haciendo cancelar cinco vuelos, dos de los cuales tenían origen o destino en la isla española de Ibiza.
En lo que va de año, y con la actividad de anoche, este volcán de 45 kilómetros de diámetro localizado en el este de Sicilia, que se infla y se desinfla por la presión de su magma interno, ya ha entrado en erupción en nueve ocasiones.
Los expertos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia han explicado en un comunicado que no descartan que se puedan producir nuevas erupciones debido a que aún "queda mucho material en el interior de la chimenea volcánica".