Al menos 26 agentes de policía han resultado heridos en el transcurso de los disturbios de en la noche de este sábado en Tottenham, en el marco de las protestas de un residente de la localidad durante una operación policial, y que también se han saldado con 42 detenidos, según informaron fuentes policiales al diario The Guardian.

Decenas de agentes participaron en una operación extraordinaria para acordonar el epicentro de los disturbios, Tottenham High Road, donde al menos trescientas personas prendieron fuego a edificios, papeleras y vehículos, en protesta por la muerte de Mark Duggan, a quién 120 personas dedicaron una vigilia silenciosa con una marcha que terminó ante la comisaría de policía de la ciudad, justo antes del inicio de los disturbios.

Según parece, Duggan, de 29 años, raza negra y padre de cuatro hijos, fue abordado por los agentes cuando viajaba en un taxi en el transcurso de una operación contra el tráfico de armas en la comunidad negra de la ciudad. La secuencia concreta de eventos está todavía bajo investigación de la Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPCC), pero se cree que Duggan podría haber abierto fuego al menos contra un policía, que salió ileso porque la bala se quedó alojada en la pequeña radio que llevaba enganchada en el uniforme, según fuentes policiales a Sky News.

La ministra de Interior, Theresa May, ha condenado “absolutamente”  la violencia. “Tal desprecio por la seguridad pública y la propiedad es intolerable”, aseguró en sus primeros comentarios tras los disturbios. También desde Downing Street se ha condenado la violencia en la ciudad británica. “No hay justificación alguna para agredir a la Policía o para dañar la propiedad pública”, aseguró un miembro de la oficina del primer ministro, David Cameron, bajo el anonimato.

Scotland Yard defiende su actuación

Por su parte, Scotland Yard defendió su actuación ante la violencia desatada en Londres y dijo que la policía desplegó los «recursos apropiados» en la zona. El comandante Adrian Hanstock calificó de «absolutamente inaceptable» lo sucedido en el barrio de Tottenham, en el norte de la capital, donde lo que comenzó como una manifestación de protesta por la muerte de un joven este jueves a manos de la policía degeneró en escenas de caos y enfrentamientos abiertos con los agentes.